Todos sabemos que existen determinados temas de conversación sobre los que hay que tener especial cuidado al hablar. Sin duda alguna, la infertilidad es uno de ellos.
Por desgracia, quien más y quien menos conoce a alguien o tiene a alguna pareja cerca que está sufriendo o sufrió problemas de infertilidad en su vida. Mi recomendación es que siempre debemos ser cautos al opinar, preguntar y hablar sobre este tema tan delicado ya que, las personas que padecen de problemas para conseguir el embarazo, cargan con un gran sobrepeso emocional que condiciona sus vidas de sobremanera.
Además, si no estamos bien informados sobre su caso particular y sobre la infertilidad, en general, corremos el riesgo de meter la pata, e incluso, ser creadores de situaciones verdaderamente violentas e incómodas.
Mirando de frente a la Infertilidad
Ya he tenido la ocasión en otros post de definiros qué significa exactamente el término infertilidad pero creo que no está de más volver a recordarlo.
Se define a la infertilidad como la incapacidad de concebir un bebé y llevar el embarazo a término con la consecuencia del nacimiento de un hijo vivo de forma natural tras el mantenimiento de relaciones sexuales con regularidad y sin protección en un plazo de, al menos 12 meses. Esto quiere decir que consideramos infertilidad tanto a la incapacidad de conseguir el embarazo como de llevar a término dicha gestación.
El proceso que debe darse de forma natural para lograr el embarazo sigue diversos pasos entre los que se encuentra, por descontado, la ovulación, el posterior viaje del óvulo obtenido por las trompas de Falopio hacia el útero, el encuentro entre óvulo y espermatozoide y la implantación del embrión en la cavidad uterina.
Un fallo en cualquier fase de este proceso puede derivar en un tipo diferente de infertilidad. Además de otros factores como, por ejemplo, todos aquellos que tienen que ver con la capacidad reproductiva masculina. Por otro lado, en aproximadamente un 34% de los casos, la infertilidad es de origen desconocido.
Mitos y Realidades en torno a la Infertilidad
- El sobrepeso y la obesidad pueden suponer un problema a la hora de buscar el embarazo. El correcto funcionamiento de los ovarios puede verse alterado por este hecho y, con ello, disminuir la calidad y/o cantidad de los óvulos también. REALIDAD
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Antes de ponernos en búsqueda del embarazo todos pensamos que conseguirlo va a ser cuestión de poco tiempo. MITO
Si bien es cierto que puede darse el caso de lograr el embarazo muy pronto, son muchos los factores que influyen para que esto ocurra y lo más habitual es que tarde un poco más en llegar. La media va de seis meses hasta un máximo de un año antes de empezar a buscar ayuda.
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Realizar unas u otras posturas durante las relaciones sexuales puede aumentar las probabilidades de quedarse embarazada. MITO Las posturas realizadas durante el coito no serán relevantes pero si se recomienda permanecer un rato recostada al finalizar.
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Es más probable tener un embarazo múltiple habiéndose realizado un tratamiento de Fecundación in Vitro que con inseminación artificial o coitos programados. MITO
La estimulación ovárica que se requiere para llevar a cabo tanto las inseminaciones como los coitos programados puede provocar que al llegar la ovulación el número de óvulos disponibles a fecundar sea mayor.
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La alimentación afecta a la fertilidad. REALIDAD
Tanto los hábitos alimentarios como el consumo de alcohol, tabaco y/o drogas pueden reducir la capacidad reproductiva tanto masculina como femenina.
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La edad de la mujer es importante. REALIDAD. A partir de los 35 años aproximadamente la reserva ovárica de la mujer decae de forma importante y en progresión. No es recomendable esperar mucho más si se desea tener hijos.
Olaya Martínez
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