Maternidad, vínculos afectivos y apego

“No puede haber mejor manera para que tu bebé se adapte al nuevo entorno después de ti que dejando que siga sintiéndote la mayoría del tiempo”

 

Paula A.

 

 

No he podido encontrar una mejor manera de empezar hoy que con esta frase que me decía una persona especial hace unos días. Y es que, cuánta razón albergaban sus palabras, qué mejor lugar se podría encontrar para un bebé, tras el nacimiento, que estando cerca de lo único que conoce hasta el momento.  Te conoce a ti, mamá, conoce el sonido de tu voz, el ritmo de tu corazón, tu olor y tu esencia, no hay nada mejor que puedas darle que tu propia presencia.

 

Todos los seres humanos nacemos con un instinto y una motivación que nos lleva a querer y necesitar satisfacer nuestras necesidades básicas, tanto las biológicas como las afectivas. Para satisfacer estas últimas, el niño desde que nace necesita sentirse atendido, protegido y seguro con el ambiente que lo rodea, de ahí la importancia del correcto establecimiento y desarrollo de los vínculos afectivos y con ellos, la importancia del óptimo desarrollo con hechos, de esa palabra que conocemos como “Apego”.

¿Qué son los vínculos afectivos?

Se trata de aquellas relaciones que implican a una persona en particular, que se transforma en insustituible para otra, y con la que dicho sujeto desea mantener proximidad y contacto. Son relaciones duraderas en el tiempo y persistentes, además de significativas emocionalmente, para el sujeto que es vinculado.

Se trata de las relaciones que permiten, como os he comentado anteriormente, satisfacer esas necesidades primarias de protección y seguridad emocional y tienen un carácter no innato (es aprendido) ya que surgen de la interacción  y el contacto con esa persona.

Cuando un niño nace su vínculo afectivo principal, en ese momento, es la mamá y de ella necesitará toda esa atención física y emocional de la que os hablo. En segundos términos entrarán el papá y el resto de familia, para con el tiempo, ir ampliando las redes sociales conforme el niño vaya creciendo.

¿Y el apego?

John Bowlby fue el primer psicólogo en definirlo y lo hizo de la siguiente forma:

“Vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos personas, por medio de su interacción recíproca, y cuyo objetivo más inmediato es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección. No se trata de un sentimiento inmaterial, sino de conductas observables que comienzan de manera refleja".

La figura de apego principal no tiene por qué ser necesariamente la madre, aunque en un primer momento así sería ya que es la figura con la que el niño tiene contacto desde el vientre, se trata de lo único que conoce hasta el momento.

Dependiendo de quién cubra sus necesidades, el niño formará ese vínculo con una u otra persona. La presencia o no de un adulto responsable que le entregue su atención y apoyo a un niño, desde que nace y en los primeros meses de vida, será una variable fundamental en el desarrollo de la seguridad de ese niño y en cómo se desarrollará su carácter durante su desarrollo y hasta llegar a ser un adulto. La familia principalmente cumpliría esa función protectora y socializadora. Aunque la formación del vínculo desde el nacimiento resulte crucial, es algo necesario y que seguirá desarrollándose durante todo el ciclo vital.

 

Para que se establezca un vínculo de Apego Seguro, la figura del cuidador deberá de cumplir una serie de características necesariamente:

  • Disponibilidad y constancia afectiva
  • Respuesta a las necesidades del bebé-niño
  • Capacidad reflexiva

El desarrollo de este vínculo seguro va a permitir al niño enfrentarse al mundo con confianza y sabiendo que dispone de los recursos necesarios para enfrentarse a los “peligros” que pudieran surgir.

 

Múltiples estudios han confirmado que el contacto continuado con la figura de apego y con un entorno que aporte seguridad y confianza al niño, favorecerá los movimientos exploratorios del niño y, con ello, también la multiplicación de conexiones neurales que facilitarán el aprendizaje, conocimiento y memoria.

 

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Comentarios: 2
  • #1

    Alma (lunes, 13 junio 2016 11:32)

    Estoy muy interesada en el tema del apego. Estoy de 28 semanas y me gustaría profundizar en el tema antes de que llegue Victoria. Cómo podría obtener más información sobre sus servicios, tarifas...? Gracias.

  • #2

    Olaya (lunes, 13 junio 2016 11:48)

    Muy buenos días Alma, en primer lugar gracias por seguirme y por tu comentario. Enhorabuena por tu embarazo!! Ya queda poco para verle la carita a tu Victoria. Puedes obtener toda la información que desees por medio del contacto e-mail desde dónde te haré llegar toda la información que necesites o te interese saber. Gracias de nuevo por formar parte de esta web. Un saludo


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