La felicidad en pareja

En un mundo de cambio constante como en el que nos encontramos hoy en día, no debemos obviar el hecho de que también el modo de vivir en pareja está cambiando. Estamos viviendo una evolución rápida de un modelo de relaciones de pareja en el que la mujer debía ver, oír, callar y obedecer y su responsabilidad era cuidar de la casa y los niños hacia un modelo en el que la mujer ve, oye, habla y actúa con libertad. Pasamos a un modo de vida donde la mujer es independiente y dedica su tiempo a lo que ella decide. Nos encontramos, incluso, con nuevos modelos de pareja, Chico-chico, Chica-chica que viven su amor, o deberían vivirlo, con plena libertad y felicidad. Algo que, por desgracia, en el pasado estaba vetado y condenado y aún hoy día, tristemente atacado por irracionales que actúan con la mayor crueldad. Desde aquí, un sentido y cariñoso recuerdo para todas las víctimas de la violencia homófoba.

 

El modo en que se vive y se siente una  relación de pareja, desde dentro, debería evolucionar a la par que el mundo en el que vivimos.

 

No soy de las que considera que existan una claves precisas y exactas para ser felices en pareja, considero que la premisa fundamental es que la felicidad exista dentro de nosotros, de cada quién. Ante todo debemos sentirnos plenos con la vida que decidamos vivir, con nuestro trabajo, con nuestras compañías, con nuestros hábitos diarios. A partir de ahí, vamos a poder estar y ser felices con quien estemos y dónde estemos, incluso si estamos solos. La decisión tan sólo está en nuestras manos.

Aprendiendo a ser felices

Uno de los factores fundamentales que puede influir en nuestra felicidad podría ser nuestra capacidad de “Resiliencia”. Término que alude a la capacidad que tenemos, o no, las personas de recuperarnos frente a hechos adversos para seguir proyectando hacia el futuro.

 

Una persona resiliente ante una crisis personal, ante un hecho traumático o ante un momento duro en su vida, es capaz de reponerse y encontrar los recursos para estabilizar su bienestar emocional de nuevo. Recursos con los cuáles contaba, pero que hasta el momento desconocía. Ante un problema, alguien resiliente se encuentra con un desafío que puede y debe superar, es una oportunidad para crecer y hacerse más grande.

 

Debemos pues, trabajar por conseguir formar “Parejas Resilientes”, parejas que yo definiría, por tanto, como aquellas que se crecen ante la adversidad, que ante un problema encuentran el camino para evolucionar en positivo y esto sólo puede conseguirse si dentro de dicha pareja, ambas personas, trabajan y logran su felicidad individual.

 

Una vez alcanzado este equilibrio pueden existir ciertos factores que nos ayuden a caminar y enfrentarnos a los problemas que puedan surgir, pero siempre unidos. Destacaría, sin dudarlo, el factor comunicación como el factor primordial a proteger durante la relación. Ya no sólo a nivel de pareja, multitud de problemas, tanto con amigos como en familia, podrían solucionarse tan sólo con aprender a comunicarse correctamente.

Tengamos en cuenta una serie de premisas:

 

  • Si deseas algo pídelo con claridad, no te andes con rodeos porque es posible que la otra persona pueda no entenderte.
  • Escucha a tu pareja. Es importante mantener la comunicación diaria, contarse lo que ocurrió durante el día a cada quién, cómo se han sentido, etc.
  • ¿Quejas o críticas? No existe la relación perfecta, cada uno con su propia personalidad y manías, todos podemos tener quejas, pero no sirven las críticas sin más, pueden resultar ofensivas para el otro y no ayudan, en absoluto, a mantener la fluidez y la cordialidad en la pareja. Lo primordial es hablarlo e intentar llegar a un punto en común.
  • No utilizar formas o palabras agresivas para pedir las cosas. Recordar que siempre se puede, o más bien se debe, hablar con calidez y simpatía.
  • No nos olvidemos del buen humor. Intentemos mantener ese aura de alegría que debe envolver la relación de pareja, la intimidad plagada de situaciones divertidas y buscar siempre excusas para compartir momentos de placer.
  • La correcta comunicación con nuestra pareja puede ayudarnos también a llegar a acuerdos ante una situación de discordancia para poder así, evitar la pelea.
  • Deciros cuánto os queréis. Parece que con el paso de los años empiezan a haber cosas que se dan por obvias, como por ejemplo decir un te quiero o un que guapa/o estás hoy. No perdamos las buenas costumbres, las palabras bonitas alimentan bonitos sentimientos.

Continuar creciendo como pareja

Además de una comunicación continua y fluida, cálida y comprensiva, es importante seguir cultivando diariamente  todo aquello que os hizo crecer como pareja. No nos olvidemos de los abrazos porque sí, de una cita inesperada, del caminar cogidos de la mano, de una caricia o un gesto de complicidad, de sentirse orgullosos de la pareja que formáis, de mandar un mensaje durante el día diciendo algunas palabras bonitas,  irse a la cama juntos o ese beso antes de dormir.

 

Detalles que no cuestan nada y significan TODO.

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Comentarios: 2
  • #1

    A.S. (lunes, 20 junio 2016 19:58)

    No es facil mi marido ha estado comigo todo el embarazo y ahora pasa bastante de todo. Le comente lo de la terapia de pareja pero no hay manera. Que puedo hacer creo que cada vez va a pero y en 2 semanas vuevo al trabajo Gracias

  • #2

    Olaya (lunes, 20 junio 2016 20:27)

    Buenas tardes A.S.
    En algunas ocasiones las cosas se complican y tenemos que buscar el camino para recomponerlas. Como digo en el texto, es fundamental que exista la comunicación fluida entre vosotros y que, a pesar de que ahora exista un pequeño bebé común que requiere mucha atención, intentéis no dejar olvidado el cuidado a la pareja.
    Habla con él, pide lo que necesitas, seguro que él también necesita cosas que quizás tu no estás sabiendo ver.
    Os envío ánimo y fuerzas para mantener vuestro proyecto común, ser felices.
    Si finalmente necesitáis algo de apoyo, no dudéis en contar conmigo.
    Un saludo.


Formación:

 

Nº de Colegiada CV-13970