Testimonio 2: ¡Tenía un problema de fertilidad!

12-01-2015 es la fecha que se me quedará marcada para el resto de mi vida.

 

Todo comienza con la bonita etapa de buscar familia y se convierte en una pesadilla que me persigue día tras día. Al principio piensas que esto de tener un bebé no es de un día para otro, y bueno, hay que esperar. Con el tiempo acabas odiando a todas las mujeres que dicen “ ah! pues mi marido atinó a la primera” entonces es cuando empiezas a darte cuenta de que llevas tiempo buscando y decides ir al médico, siempre pensando que todo estará bien y seguramente que tendrán razón todas aquellas personas  que te decían y que odiabas tanto escuchar “ eso es que te has obsesionado, seguramente que cuando te relajes te quedarás”. Ahora me encantaría decirles a todas esas personas que NO estaba obsesionada ¡TENIA UN PROBLEMA DE FERTILIDAD! Qué fácil es ver los toros desde la barrera y que difícil se nos hace torearlos.

Llegan las malas noticias: tenía un problema de fertilidad

Después de varias pruebas desagradables, llega mi gran día, el 12-01-2015, no lo olvidaré, aquí es donde empieza mi camino, mi lucha de emociones, mi lucha por ser MAMÁ. El médico, a los 29 años, me está diciendo que tengo baja reserva ovárica y que será complicado quedarme embarazada, pero que lo van a intentar. Ese día podría deciros hasta la ropa que llevaba puesta, no quería llorar delante de mi marido, pero por dentro mi corazón rompió en pedazos. Lo miraba y pensaba que nunca podría darle lo que él tanto quería, no podría darle un bebe.

 

Al final superé ese día, como una buena luchadora que soy, y le prometí que lucharía hasta el final, sin rendirme en ningún momento y que si me veía caer que no se preocupara solo estaba parando para coger fuerzas para continuar. 

 

Mi camino en busca de la felicidad se podría decir que fue corto, pero muy doloroso y complicado de asimilar que así tendría que ser.

 

Me adelantan el tratamiento y no hago lista de espera por el problema que tenía, contentos de ello y alegres de empezar también, nos invadían sentimientos de miedo, miedo a fracasar.  Así fue, sólo pudieron conseguir dos ovocitos, de los cuales, no fecundaron ninguno de los dos. No sabéis que dolor sentí cuando me llamaron para decirme que mis dos óvulos no habían seguido y se habían parado, la transferencia de embriones se paraba. Esto quería decir que la calidad también era mala, no me lo podía creer ¿Baja reserva y además mala calidad? Era joven, ¿qué había hecho mal en esta vida? Entonces ahora es cuando empiezas a machacarte emocionalmente, buscando qué hiciste mal para que te pasara esto. Aunque se nos quede corto, el apoyo de la pareja es importante;  sentir que están ahí, ellos sufren tanto como nosotras pero lo hacen en silencio. 

 

Después de primer intento la médica me dice que lo van a volver a intentar, yo llorando le pregunté si podía hacer algo para mejorar, entonces aquí es cuando terminan de rematar y me dice: "Pilar, existe la donación de óvulos" .¿Perdona yo? ¿Donación de óvulos? ¡Ni de coña! No podía soportar la idea de terminar en donación de óvulos, me derrumbaba cada vez que lo pensaba. Salí de la consulta, me metí en la cama y no quería ver a nadie. Necesitaba encontrarme a mi misma, necesitaba pensar en mis emociones y asimilar.

 

Justo en esta dura etapa de mi vida conozco a mis grandes compañeras de viaje, a las que ahora son mis hermanas y son muy importantes en mi vida. Sin ellas ser madre hubiera sido más difícil, y es que aunque tengamos a nuestra familia apoyando, nos hace mucho bien tener a personas que, por desgracia, están pasando por lo mismo que tú, LES DEBO MUCHO A ELLAS.

 

Vamos a por el segundo tratamiento y nos fue todavía peor. Al quinto día me cancelan, no respondo ni con hormonas, no podía creerlo, todo termina, mi búsqueda con mis óvulos estaba teniendo su fin. Me dan el alta en la FE , ya que era tontería seguir machacando mi cuerpo con hormonas , estaba claro que mis óvulos eran de baja calidad.

 

Ahora solo nos quedaba una opción para ser papas, era esa opción que tanto estaba rechazando y que no quería ni escuchar. Bien ahora viene el problema que tenemos las mujeres, o mejor dicho, las parejas con problemas como este, y es que por la seguridad social este tratamiento no entra, tienes que costeártelo, además de pasar por esto tenemos que ser “ ricos”. No tenemos bastante ya,  que se añade el problema económico. Yo, por suerte, pude pagarlo, pero no podía evitar en pensar,  si no hubiera podido. Aquí es donde mis grandes compañeras de viaje hacen el papel fundamental, me hacen abrir los ojos y ver que solo quería ser mama y que daba igual cómo lo fuera para conseguirlo. Han sido las mejores compañeras de viaje: ¡GRACIAS!

 

Mi pareja me apoyó en todo momento , él deseaba como yo ser papa, y fue mi pilar fundamental. Mi madre y hermana se volcaron 100% en mi y lloraron tanto como yo. Y ya sin pensarlo continué el camino en busca de mi familia, asi fue, empecé tratamiento de ovodonación y a la primera me quedé embarazada de mis mellis.

 

Ahora mismo no cambio nada de lo vivido por dos óvulos míos. Si me dieran a elegir entre quedarme embarazada a la primera con mis óvulos o con el tratamiento de ovodonación, no me lo pensaría , me quedo con lo vivido. Me quedo con mis dos bebés que vienen en camino, me quedo con el sufrimiento vivido y me quedo con lo aprendido.

 

Nos hemos hecho más fuertes y nos hemos unido más que nunca. Tengo a mi lado a unas amigas que ahora mismo podría decir que son mis hermanas a las que quiero y doy todo por ellas, y por supuesto, voy a tener 2 bebés que son míos por encima de todo.

 

Si pudiera daros un consejo; no tirar la toalla , luchar y luchar con fuerzas hasta conseguir lo merecido, es un camino muy sacrificado, doloroso y de emociones fuertes, pero sin lugar a duda merece la pena.

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Nº de Colegiada CV-13970