Hace sólo unos días hacíamos un repaso sobre todos los cambios que realizaba el bebé en los primeros tres meses de vida, los cuáles se consideran los más delicados y durante los que los papás, aún no se deciden a informar a la familia y amigos de la llegada de un miembro más. Es demasiado pronto y es preferible esperar a que todo se desarrolle como es debido. Pero a partir de este momento las cosas cambian, a partir de la semana 13 parece que todo evoluciona bien y es un buen momento para que todo el mundo sepa que… ¡¡¡Vamos a ser papás!!!
Entramos pues, como os prometí, en el segundo trimestre y vamos a conocer los cambios que, ahora más rápidamente, se van produciendo en el bebé. Es la época de las noticias, las imágenes del pequeño se ven claramente, sus piernas y manos se mueven con agilidad y, por fin, conoceremos su sexo. También es el trimestre donde las mamás empiezan a notar los primeros movimientos y patadas, algo que causa gran expectación y emoción en ellas. En este trimestre los futuros papás se hacen totalmente conscientes de que la llegada del bebé es totalmente real, pueden verlo con claridad y sentirlo aún más.
Desarrollo del bebé durante el segundo trimestre
A modo general puedo adelantaros que a partir de cuarto mes la cabeza del feto se desarrolla a mucha velocidad y, tanto el cuerpo como la cara siguen definiéndose. El feto ya reacciona ante la música y aparecen los reflejos de absorber y tragar. Al quinto mes puede oír y la madre comienza a sentirlo y sus músculos, brazos, piernas y dedos se desarrollan adquiriendo fuerza y agilidad.
SEMANA 13-16
A partir de este cuarto mes del embarazo, el feto empieza a crecer muy rápidamente. En estos momentos, pesa entre 14 y 21 gramos y mide entre 7 y 8 centímetros, además, todas sus estructuras corporales se encuentran en posición y desarrollándose cada día más.
Durante la semana 14 empieza a aparecer una especie de vello por todo su cuerpo que se conoce como “Lanugo” y que desaparecerá poco antes de nacer. Ya tiene músculos en la cara y, por tanto, es capaz de chuparse el dedo, e incluso, hacer una especie de muecas. El bebé tiene el tamaño de un limón en este momento.
Empieza a ejercitar sus músculos porque es capaz de moverse con libertad por el líquido amniótico, tiene espacio y la agilidad propias para hacerlo. En la última semana de este mes, la cabeza y el cuerpo empiezan a equilibrar su tamaño y el cerebro empieza a tomar el control de los movimientos. El bebé empieza a desarrollar la capacidad de percibirse a sí mismo “propiocepción” y la capacidad de prensión, por tanto, será capaz de agarrar sus manos, sus pies, o cualquier otra cosa.
El bebé finaliza este cuarto mes con un peso de unos 113 gramos y unas medidas alrededor de 13 centímetros.
SEMANA 17-20
Sus cuerdas vocales se han desarrollado, ya en la semana 18, con lo que podría empezar a llorar, puede tener hipo y ¡¡puedes empezar a sentirlo!! Bueno, si eres mamá primeriza es posible que no lo reconozcas como tal.
Probablemente el primer momento en el que se siente al bebé sea uno de los momentos más emocionantes del proceso. Gracias a la fuerza que ya tienen sus manos y sus piernas es capaz de hacer movimientos tales que la mamá los aprecie, aunque en ocasiones es necesario esperar una o dos semanas más, llegar a la 19 o 20 para estar totalmente seguros de que lo que sentimos es nuestro bebé.
Las terminaciones nerviosas, así como, los huesos del oído interno están bien desarrolladas con lo que el feto también tendrá la capacidad de oír sus propios latidos o el paso de la sangre por el cordón umbilical.
A partir de la semana 19-20 también será fiable el conocer el sexo del bebé, si fuera una niña, sus ovarios ya contendrían huevos primitivos (lo que más tarde serán los óvulos).
Llegados a la semana 20, la considerada como mitad del embarazo, el bebé tiene la capacidad de oír música y reconocerla, así como tu respiración. También es capaz de percibir la luz, traga y orina. Desarrolla rápidamente los órganos de los sentidos y los pulmones.
SEMANA 21-24
A lo largo de la semana 21 el bebé ya se mueve con mucha frecuencia y sus órganos sexuales se ven claramente. Los movimientos que realiza el bebé son necesarios para estimular tanto el desarrollo mental como el físico. En la semana 21 nuestro bebé pesa ya alrededor de 330 gramos y mide unos 27 centímetros.
Entramos en el último mes de este segundo trimestre y nuestro bebé empieza a desarrollar el sistema límbico, éste se encarga de controlar tanto los sentimientos como las emociones y esto le permite, incluso, tener cambios en el estado de ánimo. Los sistemas digestivo, circulatorio y respiratorio siguen perfeccionándose para preparar la vida en el exterior de nuestro bebé.
A partir de la semana 24 todos los órganos de los sentidos, excepto la vista, están prácticamente maduros por lo que el bebé puede recibir estímulos, desde el exterior, a los que reaccionará. Empieza, por tanto, a familiarizarse con olores y sabores que le llegan a través del líquido amniótico desde la mamá.
Durante la semana 25 el sentido que más se desarrolla es el oído y es capaz de recibir multitud de sonidos ya que por el líquido amniótico las ondas sonoras viajan más rápido que por el aire. Sea como sea, los sonidos que provengan de mamá siempre van a ser diferentes y eso el bebé lo sabe. ¿Por qué? Tan sencillo como que lo escucha desde dentro y también por las ondas que le llegan desde fuera. Esta puede ser una de las explicaciones de por qué al nacer prefieren la voz de la mamá que cualquier otra.
Cerramos ciclo con un bebé de casi un kilo de peso y unos 22 centímetros de largo.
El próximo día pondremos punto y final a la visión por fases del embarazo explicando los cambios en el desarrollo que acontecen en el tercer y último trimestre.
¡¡¡Que lo disfrutéis!!! Feliz segundo trimestre mamás y papás
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