Tus sueños pueden ser realidad

Esta frase parece inventada por el propio señor Disney y muy pocos llegan a creérsela en algún momento de sus vidas. Pero, efectivamente, soy de las que piensa que los sueños pueden hacerse realidad. No es una cuestión de magia o buena suerte, no todo proviene del mundo de las hadas, perdón si, tú eres tu propio mago y tú tienes la capacidad de crear tu propia buena suerte, si de verdad confías en ti y crees firmemente en tus capacidades para alcanzar todo aquello con lo que sueñas.

Piénsalo, de otro modo, ¿por qué sino hay gente que llega tan alto y tan lejos? No me vale la respuesta: Es que “fulanito” tiene mucha suerte, es que “menganito” tiene estrella. Yo lo interpretaría de la siguiente manera: “fulanito” sale a la calle a buscar su suerte y un día, después de mucho trabajarla, se la encuentra y “menganito” no tiene estrella, sencillamente, lo es.

Probablemente seas de las personas que piensan que tus sueños tan sólo son eso, sueños y que, por tanto, sería ridículo pensar que en algún momento puedan formar parte de tu realidad. Efectivamente, en tu caso los sueños tan sólo se quedarán en bonitas ilusiones que te acompañan en la cabeza pero nunca en el corazón y nunca verdaderamente en tu camino. Quien no cree que los sueños están para alcanzarlos no se mueve para hacerlo.

Existen dos grandes enemigos de los sueños: el miedo y las limitaciones que uno mismo se pone. También podría nombraros dos íntimos amigos de los sueños: realismo y constancia.

• Enemigo limitación: afirmaciones negativas hacia uno mismo como: yo no soy capaz, yo no puedo hacerlo, es imposible para mi, yo no valgo para eso. Son afirmaciones que tan sólo nos ponen una y otra barrera en la vida para avanzar hacia nuestras metas. Respóndeme algo: ¿cuántas veces luchaste de verdad por conseguir algo y fallaste? Con afirmaciones tan negativas hacia tu persona, te conviertes en tu peor enemigo. Así que, a partir de este momento vamos a soñar qué deseamos para nuestra vida, cuándo lo deseamos y cómo lo deseamos, seguidamente vamos a ver de qué manera podemos llegar a ello.

• Enemigo miedo: cuántas veces tenemos miedo en esta vida. Sentimos miedo hacia lo desconocido, miedo a la muerte, miedo al qué dirán, miedo a la oscuridad, miedo a equivocarnos. Es lógico y adaptativo sentir miedo, siempre y cuando el objetivo de nuestro miedo ponga en peligro nuestra integridad física y/o emocional, de otro modo, esos miedos están coartando nuestras capacidades de hacer cosas fascinantes. Volvamos a nuestro sueño, fijemos esa meta y hagamos todo lo posible por encontrar los caminos viables para llegar a ella sanos y salvos.

• Amigo Realismo: “quiero que me crezcan unas alas y volar”, no creo que hayan demasiadas posibilidades de convertirte en un halcón milenario de un momento a otro, sin embargo, ¿por qué no vas a poder volar? Fabrícate tus propias alas, hazte piloto, por ejemplo. Sueño realista y posible. Y tú puedes ser piloto, como puedes ser abogado, albañil, parado o aventurero. Es tan fácil como que tomes la decisión… o no.

• Amiga Constancia: nadie ha conseguido nada grande en tan sólo unas horas, unos días o unos pocos meses, perdón si, los directores de Hollywood en sus películas. Como hemos comentado en líneas anteriores, es fundamental una base de realismo en nuestras metas. Saber que lo que vamos a hacer requiere un tiempo, un esfuerzo, una ilusión verdadera, constancia, trabajo duro y la credibilidad de que lo que hacemos es lo que queremos hacer.

Yo misma hace años que deseaba poder ayudar a la gente de alguna manera, mi manera de ayudar son y siempre han sido las palabras y así, palabra tras palabra, mis sueños se van haciendo realidad a diario.

Cree que no eres merecedor o merecedora de algo y, por descontado, ese algo que tanto deseas... nunca llegará. Dime, ¿qué haces tu para llegar dónde quieres llegar?

“Tú eres un ser mágico, utiliza esa magia para hacer tus sueños realidad”