Consejos para finalizar la lactancia materna

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y para el mayor beneficio tanto del recién nacido y su desarrollo como de la madre, se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida. A partir de este momento, la lactancia materna debe acompañarse de otra alimentación complementaria que se adecue a las necesidades nutritivas del pequeño.

 

La OMS recomienda continuar con la lactancia materna, al menos, durante el primer año de vida del niño, siendo ideal mantenerla los dos primeros años de vida.

 

Como hemos comentado en posts anteriores de nuestro blog sobre lactancia, los beneficios serán aportados de manera óptima siempre y cuando la madre se sienta bien ofreciendo esta alimentación a su bebé, se muestre disponible, dispuesta y se sienta feliz con ello. 

 

La alimentación y los beneficios obtenidos de la lactancia materna no son sólo puramente físicos, sino que, tienen un gran componente emocional que favorece el desarrollo del niño y los vínculos seguros con su figura de apego, en este caso, su mamá.

 

Cuando una mamá, o incluso, el bebé sienten que ha llegado la hora del destete surgen una gran cantidad de dudas y miedos:  ¿Cuándo será el mejor momento? Y cuando llegue el momento, ¿cómo lo hago?

Finalización de la lactancia materna sin traumas

El momento del destete es un paso importante, tanto para la mamá como para el bebé. Es un momento de transición que debe tomarse con la debida calma y siguiendo una serie de pasos que eviten que se viva de manera traumática por ambos.

 

Una de las preocupaciones que más nos muestran los papás es el tema de la alimentación de los pequeños, es algo que genera cantidad de dudas y esas dudas aparecen, sobretodo, en mamás que apostaron por la lactancia materna y ahora no saben cuál será el mejor momento para dejarla.

 

Según recomendaciones de la OMS, como hemos indicado en líneas anteriores, la lactancia materna exclusiva debe durar los seis primeros meses de vida del bebé y ser complementada con otros alimentos hasta los dos años.

 

Pero no se trata de un contrato que debe seguirse al pie de la letra, durante el tiempo que dura la lactancia pueden sucederse varios acontecimientos que aboquen a la mamá a decidir que ya no pueden seguir con ella de manera óptima o que sea el propio pequeño quien rechace tomar más el pecho. Cada mamá y cada bebé conocen su historia y deberán decidir cuál es su momento adecuado y cuando este llegue, seguir una serie de pautas para que el destete ocurra de manera progresiva y no resulte traumático para ninguna de las dos partes.

 

Tengamos en cuenta que la lactancia materna, además del componente alimentario propiamente, proporciona una alimentación más profunda, la de los sentimientos y emociones y que el destete, por tanto, tiene un componente emocional de separación o de despedida de un lazo fuerte entre madre-hijo. Por tanto, no importa lo que opinen vecinos, amigos ni familiares, esta decisión es tuya y de tu hijo y juntos vais a hacerlo de la mejor manera posible.

 

Por descontado, resulta mucho más sencillo si es el propio niño el que decide dejar de mamar. Esto puede darse en cualquier momento (a partir de introducir la alimentación complementaria, por ejemplo), o no ocurrir.

 

Si eres tú la que se encuentra preparada y dispuesta a ello y tu pequeño no muestra señales de querer dejar de tomar el pecho deberemos hacerlo de manera gradual y sin prisas. El destete también es un gran trabajo que se debe hacer en sintonía con el bebé aportándole, por otros medios, ese cobijo, calor y amor que le provoca tu pecho.

 

Cuando hayas tomado la decisión definitiva de que ha llegado el momento, haz una buena planificación en el tiempo y no tengas miedo de verbalizarlo con tu hijo. Es pequeño pero debe saber y entender los motivos por los cuáles, poco a poco, el pecho va a ir desapareciendo. No te sientas culpable porque de tu bienestar nacerá el suyo, háblale con claridad, verbaliza todo aquello que sientes.

Consejos para finalización progresiva de la lactancia materna

  1. DECISIÓN: estás segura y preparada para ello, no sientes miedos y culpas, es el momento y tu pequeño está informado de cada paso.
  2. ELIMINACIÓN PROGRESIVA DE TOMAS: comenzamos eliminando una de las tomas menos importantes para el pequeño, no más de una por semana (recuerda que debe ser algo gradual). Para ello, deberás tener preparado un recurso antes de que el niño te pida su toma: un juego, un alimento complementario, salida al parque. Siempre debes adelantarte a su petición. Normalmente estas tomas son las del día, las nocturnas suelen ser las favoritas. Pero, si este no es tu caso, elimina en primer lugar la que consideres menos importante.
  3. ACORTAR TOMAS: establece límites temporales en las tomas del pequeño.
  4. INTERFERENCIAS: en ocasiones, el pequeño puede ponerse enfermo y reclamar más el pecho, intenta no comenzar el proceso de destete mientras se estén dando otros momentos vitales importantes.

 

A partir de aquí, tan sólo puedo recomendaros mucha mucha paciencia, grandes cantidades de amor y recursos continuados para que vuestros hijos os sientan tan disponibles como siempre. Seguro que seréis capaces de realizar este paso tan bien como todos los anteriores. 

 

Olaya Psicología -   Psicóloga en Valencia

 

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Nº de Colegiada CV-13970