No cabe duda que las situaciones desconocidas, ya de por sí, son causa de graves problemas de ansiedad y estrés. Si a esto le sumamos que en ellas van implícitos deseos y anhelos como el de la maternidad/paternidad, estos niveles de estrés pueden agravarse hasta el punto de ser, por sí mismos, causantes de los problemas de infertilidad.
En multitud de ocasiones, las pruebas médicas realizadas para el diagnóstico de infertilidad no muestran resultados claros de que el problema sea físico, en esos casos, ¿de dónde proviene el problema?
Situaciones como: buscar un bebé incesantemente sin que el embarazo llegue, empezar con las pruebas médicas y ginecológicas para buscar la causa, el propio diagnóstico de infertilidad, el comienzo de los tratamientos, el proceso de reproducción asistida en general, la medicación, etc. Son situaciones que pueden ir aumentando los niveles de estrés y que, finalmente, éste se convierta en un obstáculo añadido.
Apoyo psicológico para combatir el estrés en infertilidad
Por desgracia, la asistencia psicológica en los casos de infertilidad aún, hoy en día, es un recurso muy desconocido para las parejas que la padecen. A pesar de ello, todos aquellos que tienen la posibilidad de acudir a un psicólogo que les acompañe y guíe durante estos procesos, admiten encontrarse mucho mejor, afirman que el proceso se hace más llevadero y que las fuerzas para enfrentarse a la reproducción asistida y el optimismo con el que se vive el procedimiento aumentan considerablemente.
El estrés es un compañero de camino que debemos tener bajo control, el 65% de las parejas que abandonan los tratamientos de reproducción asistida antes de conseguir el embarazo, lo hace debido al cansancio psicológico acumulado.
Poco a poco son más los estudios que se realizan acerca de todo lo que envuelve a la infertilidad y la reproducción asistida. Gracias a ello, los avances en el terreno se multiplican. Entre estos estudios, empiezan a aparecer cantidad que afirman que un buen acompañamiento psicológico y trabajo con las emociones que viven estas personas, resulta muy favorable para la disminución de los niveles de estrés, para la valoración del proceso de reproducción asistida, así como también, en la sensación de tranquilidad y bienestar en los casos en los que se consigue el embarazo.
Síntomas de alarma que muestran la necesidad de apoyo psicológico
Nuestro cuerpo es sabio y siempre nos da señales, de alguna forma, de que algo no va bien. Si estas señales persisten a lo largo del tiempo, debemos poner soluciones antes de que las cosas empeoren.
Algunas de estas señales podrían ser:
- Sentimientos continuados de culpabilidad, frustración, apatía y/o similares
- Falta de apetito o apetito excesivo con acusados cambios de peso. Depende la persona pueden darse unos extremos u otros.
- Niveles altos de nerviosismo, ansiedad y estrés.
- Dificultad creciente en las relaciones sociales derivado del malestar emocional: amigos, familia, laborales.
- Importantes cambios en el sueño: retraso de la hora de dormir, incapacidad para hacerlo, múltiples despertares nocturnos, sueños y pesadillas intensas, sensación de no descansar suficiente, entre otros.
- Pérdida de interés en las actividades que, habitualmente, te agradan y hacen feliz.
- Pensamientos recurrentes sobre la infertilidad o la incapacidad de concebir, que se transforman en pensamientos negativos y bloqueantes.
Estudios sobre el beneficio del acompañamiento psicológico
Los resultados arrojados de un estudio realizado por una importante Universidad de Medicina de Eslovenia y publicados en el “Slovenian Jounal of Public Health” confirman que las mujeres que han pasado por un problema de infertilidad y un tratamiento de reproducción asistida padecen mayor sobrecarga emocional y que el tratamiento les hace sufrir niveles más elevados de malestar psicológico, así como, problemas en la pareja y su sexualidad y aislamiento social. Es por ello que, las propias participantes del estudio, destacan la importancia del acompañamiento psicológico que hace que este malestar disminuya y mejoren los sentimientos de optimismo y la sensación de seguridad y bienestar.
El estudio también ha permitido observar que gracias al apoyo y acompañamiento psicológico, aquellas pacientes que consiguen finalmente la gestación, la viven más positivamente y disfrutan de forma más feliz el embarazo.
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