Trabajo y conciliación familiar

Hoy me apetece hablaros sobre uno de los grandes problemas para la mujer del siglo XXI, las mujeres que deseamos ser independientes emocional y económicamente, aquellas mujeres que nos hemos preparado durante muchos años para tener una formación y un empleo a la altura de nuestros deseos y ambiciones. Somos mujeres que deseamos cumplir nuestras expectativas en todos los ámbitos de nuestra vida y, entre ellos, está también el deseo de ser madres.

 

Pero, ¿Cuál es la realidad cuando una mujer trabajadora se plantea que ha llegado el momento de ser madre? ¿A qué retos y miedos toca enfrentarse?

 

En España no es precisamente fácil el conciliar familia y trabajo. A pesar de que en muchos países tenemos claros y fantásticos ejemplos de cómo puede convivir el cumplir el deseo de ser madre con tener un empleo, aquí nos queda mucho que aprender.

Maternidad y trabajo: ¿Son compatibles?

No hay duda de que en el último siglo el avance hacia la independencia y la libertad de las mujeres ha sido muy grande.

 

Sin ir más lejos, nuestras abuelas, las que ahora tienen unos 80-85 años no iban a la escuela más allá de los 9-10 años. Sus obligaciones se limitaban a aprender las labores del hogar: costura, cocina, crianza de niños, cuidado de la casa, e incluso, cuidado del marido. Mi propia abuela siempre me ha contado que a ella le encantaba ir a la escuela pero, sus padres decidieron que a los 9 años su obligación era cuidar de sus hermanos pequeños y que la formación escolar era más apropiada para sus hermanos.

 

Por suerte las mujeres hemos aprendido a hacernos oír, a decidir hacia dónde caminar, a qué es lo que nos hace felices y cómo llegar a serlo. Las mujeres hemos demostrado que somos capaces, capaces de todo aquello que nos propongamos, a pesar de que, en ocasiones, se empeñen en ponernos trabas en el camino.

 

Una de nuestras muchas luchas, en la actualidad, es el defender que podemos ser madres sin descuidar ni desatender, por ello, nuestro puesto de trabajo. Que el mundo necesita mamás para seguir avanzando, que sin mamás no hay futuro posible y que estas mamás también necesitan de su independencia y demostrar que son tan válidas defendiendo su trabajo como cualquier otra persona, hombre o mujer, con hijos o sin ellos.

 

Por suerte, existen cantidad de países que apoyan la maternidad y ofrecen medidas adecuadas para conciliar familia y empleo cómodamente sin tener que sacrificar a ninguna de las dos partes. Estos países deberían ser claro ejemplo para España de lo que significan las palabras  “desarrollo” y "evolución".

 

Uno de los países que mejor cuida y respeta a las mamás actuales es Noruega. Allí, las mujeres tienen la posibilidad de coger una baja por maternidad de hasta 56 semanas (frente a las 16 que tenemos en España). Las mujeres noruegas pueden disfrutar de una baja por maternidad de 46 semanas percibiendo el total de su salario, si desean disfrutar de las 56 permitidas, el salario descendería al 80%. Así pues, otro de los factores por los que es más sencillo conciliar vida familiar y trabajo en Noruega, es porque el padre también tiene derecho a disfrutar de una baja paternal de 10 semanas, recibiendo el 100% de su salario. Por ello, Noruega destaca también por la elevada tasa de natalidad infantil. Existen también muy bajas tasas de mortalidad infantil y las mujeres y los hombres disfrutan de sueldos similares en puestos de trabajo de la misma responsabilidad.

 

Todas estas políticas de las que disfrutan los noruegos les lleva también a estar más cerca en el camino de la igualdad y los derechos entre hombres y mujeres.

 

Con este tipo de apoyos a la maternidad resultan más sencillas otras cuestiones como, por ejemplo, la lactancia materna. Las mujeres noruegas prácticamente no se plantean si amamantar o no a sus bebés, lo hacen sin más. Saben que pueden contar con el tiempo suficiente para dedicarle a la lactancia materna y a la crianza de sus hijos y saben que cuentan, también, con el apoyo de sus leyes y políticas.

Maternidad y conciliación familiar en España

Cuando se compara la situación de España con la de países verdaderamente desarrollados como lo son Noruega o Suecia, es posible darse cuenta de todo lo que aún nos queda que trabajar al respecto.

 

En primer lugar, las propias empresas ya no sólo te despiden excusándose por mil motivos (siendo el verdadero el embarazo), sino que, en muchas ocasiones, dependiendo la edad ni siquiera te contratan. Cuando una mujer ronda los 30 y acude a una entrevista de trabajo la pregunta estrella es: y, ¿Piensas tener hijos a corto plazo? Parece que ya no importa el nivel formativo ni las capacidades intelectuales y laborales de una mujer que ronda la treintena. Lo verdaderamente importante es si desea o no ser madre a corto plazo. 

 

Esta triste realidad lleva a muchas mujeres a retrasar el momento de ser madres (algo que puede acarrear problemas de infertilidad en el futuro), a quedarse sin trabajo, a verse obligadas a aceptar reducciones de jornada por imposición o pedirlas ellas mismas para poder hacerse cargo, como es debido, del  bebé. Otra de las opciones por las que optan las mujeres para no tener que abandonar el puesto de trabajo es la excedencia. En estudios recientes, se ha observado que cerca del 95% de las excedencias laborales para el cuidado de los hijos las cogen las mujeres, tan sólo el 5% de las excedencias son pedidas por los hombres.

 

Aún queda mucho que trabajar para lograr una verdadera igualdad y una conciliación laboral y familiar óptima.

Medidas para una buena conciliación familiar y laboral

  1. HORAS PARA LACTANCIA MATERNA
  2. HORARIOS DE ENTRADA Y SALIDA MÁS FLEXIBLES
  3. AYUDAS ECONÓMICAS DEL ESTADO POR TENER HIJOS
  4. GUARDERÍAS PRÓXIMAS AL LUGAR DE EMPLEO O EN LA PROPIA EMPRESA
  5. PERMISOS DE MATERNIDAD Y PATERNIDAD MÁS EXTENSOS

 

Muchas de estas medidas pueden sonar utópicas, otras puede parecer que ya existen pero, la realidad, es que ni las ayudas están permanentemente, ni las horas para la lactancia materna se cumplen y respetan en muchos casos, ni la empresa tiene interés de hacerse responsable de que una madre o un padre tengan más o menos flexibilidad horaria para cuidar de su familia.

 

Debemos de seguir reclamando un desarrollo positivo para todos, siguiendo el ejemplo que nos muestran nuestros países vecinos y, sobretodo, reclamando igualdad de oportunidades y derechos para hombres y mujeres.

 

 

Olaya Martínez Gil

Psicóloga en Valencia

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Nº de Colegiada CV-13970