Epidural y parto

Anestesia, ¿Sí o no?

 

Una corriente de nuevas mamás que se deciden a vivir el parto sin epidural está haciendo que, cada día más, esta pregunta se repita a las mujeres que se encuentran embarazadas o a punto de dar a luz.

 

Por suerte, bajo mi punto de vista, parece que en los últimos años vuelve a resurgir las ganas y la ilusión de las futuras mamás de vivir el parto de la forma más natural posible. Después de décadas en las que nos han vendido los beneficios de lo “artificial”, parece que el impulso natural vuelve a sobresalir en el siglo XXI.

 

No voy a juzgar a quien decide una u otra opción, las dos son válidas y siempre defiendo que lo esencial es que sea la propia mamá la que decida cómo desea vivir su parto y su maternidad. Sea cual sea tu decisión, será lo mejor para ti, tu tranquilidad, tu seguridad y la de tu bebé.

Administración de la Epidural

La epidural es un tipo de anestesia que se utiliza en varios campos de la medicina, resulta una técnica invasiva ya que se realiza colocando un catéter, por el que se irá administrando la anestesia, entre las vértebras lumbares de la futura mamá. En este caso, hablamos de la analgesia por epidural que se utiliza durante el parto para aliviar el dolor producido por las contracciones.

 

El doctor y la enfermera te recomendarán que te sientes al borde de la cama más cercano a ellos o que te recuestes en posición fetal y, sobretodo, que no te muevas durante el desarrollo del procedimiento.

 

Te limpiarán la zona lumbar donde, seguidamente, te inyectarán una pequeña dosis de anestesia para que la colocación del catéter sea menos perceptible. A continuación, te colocarán una aguja entre las vertebras de la parte lumbar de la espalda para, finalmente, introducir el catéter desde donde paulatinamente irán administrando la anestesia epidural.

 

No te preocupes, aunque parezca un procedimiento doloroso la mayoría de las mujeres aseguran que no lo es.

Ventajas y desventajas de la Epidural

Si hablamos de ventajas, sin duda, la primera y principal sería el alivio del dolor producido por las contracciones del parto. La anestesia epidural permite a las mujeres vivir el parto con una sensación inferior de dolor. Y digo reducida porque la epidural no se inyecta desde el inicio de éste, sino que, las recomendaciones indican esperar a que la dilatación ronde los 3-4 cm y que el ritmo de las contracciones sea continuo, es decir, hasta estar completamente seguros de que el parto ha comenzado. En ocasiones, puede ocurrir que la mujer comience con las contracciones y al llegar al ambiente hospitalario, éstas se reduzcan e incluso, desaparezcan. Es por ello que también se recomienda esperar un poco en casa hasta que, efectivamente, comprobemos que el parto está en fase activa. Sobra decir que durante todo este proceso de instauración del parto la anestesia no está presente y debemos saber gestionar el dolor de las contracciones por medio de respiraciones, estando relajada y conectada con tu esencia mamífera totalmente preparada para vivir este momento.

 

Otra de las ventajas que podría destacar, a nivel emocional, el uso de la epidural disminuye los niveles de ansiedad de aquellas mujeres que durante el embarazo hayan podido vivir con mucho miedo la espera del parto.

 

Es importante también saber, como dato positivo, que el efecto de la anestesia no te impide vivir el parto despierta y alerta.

 

Hablamos de desventajas, que por descontado que las hay, aunque siempre es un punto a favor y un apoyo el conocerlas. En primer lugar, has de saber que una parte de esta anestesia va a llegar al bebé y éste puede encontrarse más adormilado de lo esperado a lo largo de los primeros días. Si has decidido amamantar a tu bebé, la correcta instauración de la lactancia materna puede alargarse y resultar más costosa. Deberás tener un plus de paciencia y saber que el proceso será algo más lento.

 

Por otro lado, es posible que provoque alguna interferencia en el trabajo de parto. Por ejemplo, enlentecimiento del ritmo de las contracciones y que el expulsivo se alargue más.

 

Debes saber que dejarás de sentir la movilidad en la zona lumbar y piernas y es probable que, tras el parto, sufras dolor por el sobreesfuerzo al empujar sin verdaderamente sentir la contracción y el trabajo de tu cuerpo.

 

Disminuye la movilidad materna y la fabricación de endorfinas (hormonas naturales fabricadas por el cuerpo para disminuir la sensación de dolor) el bebé debe encontrar el camino sin tanta ayuda y con mayor dificultad.

 

Lo más importante es que, tomes la decisión que tomes, te encuentres segura de ella y tranquila. La utilización de la anestesia epidural es un avance de la medicina que ha resultado muy beneficioso para muchas mujeres. Soy partidaria de lo natural y de confiar en que nuestro cuerpo sabe perfectamente qué debe hacer frente al parto y cómo hacerlo. El dolor producido por las contracciones es algo natural y no debe sentirse ni vivirse como un acontecimiento amenazante o peligroso porque no lo es. Se trata de un proceso perfectamente coordinado y cuyo beneficio es para toda la vida. Ahora, tú decides cómo deseas vivir este momento tan único y especial, sea cual sea tu decisión, será un momento inolvidable.

 

Confía en ti, en tu cuerpo, en tu bebé, en tu naturaleza mamífera y en que todo tu organismo es sabio y sabrá actuar. A partir de esta premisa, toma la decisión que mejor te haga sentir y con la que te encuentres más tranquila y relajada.

 

¡Enhorabuena mamis!

 

Olaya Martínez

Psicóloga en Valencia

 

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Nº de Colegiada CV-13970