Cambios vitales y Psicología

“Yo tuve que ir al psicólogo”, “Todos fuimos carne de psicólogo”, “Todos los que hemos vivido esto, estamos para psicólogo”, “Ninguno estábamos preparados psicológicamente para todo lo que pasó”.

 

Éstas son algunas de las afirmaciones que escuché anoche mientras recordaba mi juventud viendo el esperado segundo programa de “OT: El reencuentro”. Como no podía ser de otro modo, el escuchar a cada uno de ellos destacar la importancia que tuvo la psicología en esos momentos tan trascendentales y de cambios radicales en sus vidas, supe de inmediato que ese sería un tema fantástico para abrir la semana desde mi blog.

 

Y es que, conseguir la fama y el dinero, aunque parezca mentira, también resultó ser una importante crisis vital para estas 16 personas a las que, un programa de televisión, les cambió la vida de la noche a la mañana.

Crisis Vital y Psicología

Normalmente,  se relaciona la palabra “crisis” con una connotación negativa pero, a mi me gustaría que hoy le diésemos una oportunidad al aspecto positivo de vivir una crisis en nuestras vidas. Esto es posible ya que las crisis pueden resultar fantásticas oportunidades para el crecimiento personal si sabemos enfrentarlas por medio del aprendizaje activo.

 

Se define una “Crisis vital” como: cambio radical, brusco o modificación muy importante en el transcurso del desarrollo de un determinado acontecimiento. Puede ser material o simbólica.

 

Y de ahí mi intención de destacar las palabras de los “triunfitos” en el documental de la pasada noche y, sobretodo, destacar la importancia que ellos han dado al apoyo que la psicología les ha aportado en este tiempo de cambios radicales.

 

Hace 15 años, sus vidas sufrieron un cambio absolutamente radical en cuestión de días. Pasaron de ser personas anónimas y sencillas (muchos de ellos ni siquiera habían salido de sus pueblos natales) a ser personas nacionalmente reconocidas. Con tan sólo, 18, 20 o 22 años, vivieron el paso del anonimato a la fama en cuestión de unos días, pasaron de ser personas humildes a tener millones de seguidores tras ellos y de no tener un duro en la cuenta del banco a observar como el dinero se multiplicaba por momentos (como relataba David Bustamante).

 

Visto desde fuera parece un sueño hecho realidad: fama, dinero, reconocimiento público, música, seguidores, televisión… pero no es oro todo lo que reluce. Este es un claro ejemplo de crisis vital y de cómo, a pesar de que era lo que todos habían deseado siempre, un cambio brusco de planes puede hacer tambalear todo nuestro mundo, aunque, a priori, parezca de cuento de hadas. Y es que muchas veces, lo que creemos que es lo mejor para nosotros, termina siendo una fuerte sobrecarga emocional.

 

Me alegra infinitamente el valioso reconocimiento que, desde el documental y por medio de sus palabras, hicieron al papel de la psicología. Todos ellos necesitaron el apoyo de un psicólogo y algunos todavía cuentan con él. Algo que les ha ayudado a digerir y superar su cambio radical de situación y su crisis vital a lo largo del tiempo.

La infertilidad como crisis vital

Y, como no, me resulta imposible no relacionar el tema de las crisis vitales con uno de los que nos concierne porque, el diagnóstico de infertilidad, también es una crisis vital que podemos vivir de manera óptima si contamos con las claves para hacerlo.

 

Como la fama de la noche a la mañana abrumó a estas 16 personas anónimas, el tener que digerir un diagnóstico de infertilidad supone un giro radical en el planteamiento de nuestras vidas tal y como las conocíamos hasta ahora.

 

Para algunas personas el ser padres no es una opción prioritaria en sus vidas, para otras es un paso más hacia la madurez y, para otras, es el gran proyecto de su existencia. Tras años de intentos sin resultados y después de escuchar el diagnóstico de infertilidad, esto es un ejemplo de una crisis vital situacional. Se ha de procesar el hecho de que no podremos ser padres de manera natural.

 

Ahora, eso sí, ¿cómo podemos vivir esta experiencia? Podemos vivirla como un castigo y una desgracia y caer en la más profunda de las frustraciones, llegando incluso a sufrir una depresión, o podemos vivirla como una oportunidad de crecimiento personal y valorar las opciones y los caminos a seguir con vistas a la consecución de nuestra meta de manera óptima.

 

A pesar de que resulta fácil de plantear, en la mayoría de ocasiones, este proceso lleva su tiempo de asimilación y aceptación y las connotaciones emocionales son tan importantes que existen bloqueos y es necesaria la ayuda profesional. La crisis significa cambio y, los cambios, no suelen parecernos fáciles. Algo se ha roto, ahora debemos re-analizarlo y observar nuestras opciones para continuar. No lo dudes, estamos para ello, cuenta con nosotros. Como decían los “triunfitos” … ¡pon un psicólogo en tu vida!

 

"Las crisis vitales son una gran oportunidad para cerrar épocas de nuestra vida y empezar la siguiente con más fuerza y con el firme propósito de seguir creciendo y mejorando."

 

Olaya Martínez

Psicóloga en Valencia

 

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Nº de Colegiada CV-13970