Jamás volveré a estar sola

Hoy, volvemos a compartir con todos nuestros seguidores una historia real contada en primera persona. 

 

R., con tan sólo 18 años tuvo que enfrentarse sola al cambio más radical de su vida. Ella, a pesar de su corta edad y de los juicios y las críticas recibidas en su momento, tuvo claro desde un principio que tendría a su bebé y que nunca la faltaría de nada. Desde ese momento supo que jamás volvería a estar sola.

 

Fueron unos meses duros, de soledad, de grandes decepciones, de muchos cambios y lecciones de vida recibidos en muy poco tiempo pero, la llegada de su pequeña bebé, dio un vuelco positivo a todo ese revuelo de emociones.

 

Ahora, dos años después, es una mamá feliz que no cambiaría ninguna de las decisiones tomadas.

 

¡Gracias por compartir con todos nosotros esta bonita historia de lucha, de superación y, sobretodo, de AMOR! 

Cambió mi vida por completo de un día a otro

Hola, me llamo R y cuando tenía 18 años mi vida cambio por completo. Las cosas nunca salen como las planeamos, pero nunca imaginé que sería madre tan joven, que tendría que cambiar mis planes, mis metas, mi vida por completo de un día para otro.

 

Así que ahí estaba yo incrédula mirando el test de embarazo con esas dos rayitas en rojo tan marcadas que me indicaban que una vida estaba creciendo en mi interior. No sabía que pensar ni que sentir, ni si quiera era capaz de llorar, me encontraba en estado de shock y no fue hasta meses después cuando empecé asumir todo esto que me estaba pasando.

 

Enseguida se lo conté a mis padres, pase mucho miedo, miedo porque no sabía que me dirían ni qué pensarían de mí, ¿les habré decepcionado? Fueron momentos muy duros para todos, pero por suerte el tiempo pasa, las cosas se calman y te das cuenta de que realmente no estás sola. Mis padres me apoyaron como nadie, pero yo seguía sintiéndome sola, perdida y no sabía si estaba haciendo lo correcto.

 

Decidí continuar con mi embarazo a pesar de todas las críticas que tuve que soportar, todo el mundo opinaba, me juzgaban, y todo el mundo pensaba que estaba cometiendo una locura, era muy joven pero había algo que tenía claro y es que iba a darle la mejor vida posible a mi bebé.

 

Los meses fueron pasando, pensé que las cosas irían a mejor, que me sentiría mejor conmigo misma y que la gente de mi alrededor me apoyaría. Pero he de confesar que nunca me he sentido tan sola como en esos nueve meses, lo vía todo negro, me pasaba las noches llorando acariciando mi tripa y deseando que las cosas fueran a mejor. Me repetía una y otra vez entre lágrimas que jamás volvería a estar sola.

 

Deseaba tener a mi hija entre mis brazos, verle la carita, poder abrazarla y decirle una y otra vez cuanto la deseaba y la quería.

 

Y después de esos largos nueve meses llego el día. Eran las cinco de la mañana cuando rompí aguas, y a pesar de que ya había salido de cuentas no paraba de pensar que todo estaba sucediendo demasiado rápido, no me podía creer que ya había llegado el día. Estaba tan nerviosa y tenía tantísimo miedo. Llego el día en que me convertiría en madre y tendría que dejar de ser una niña, tenía que madurar en cuestión de segundos para poder afrontar todo lo que se venía encima.

 

Fueron muchas horas, un parto muy duro y complicado que termino en una cesárea, nadie me había preparado para esto. Sentí mucho dolor, mucha angustia y lloré como nunca. Pero todo eso pasó a un segundo plano cuando la escuché, escuché como lloraba mi bebé y sentí como mi mundo se paraba, solo podía oírla a ella, estaba bien, me estaba llamando, me necesitaba y yo a ella.

 

Fue un coctel de emociones y sentimientos, no podía dejar de mirarla, no podía creer que ese bebe tan perfecto fuera mío, yo le di la vida pero ella también me la dio a mi.

 

Ya han pasado más de dos años desde ese momento en que te conocí y a pesar de que han sido unos años muy duros jamás podría arrepentirme de haberte tenido.

 

Así que te doy las gracias hija, gracias por darle sentido a mi vida, gracias por cada sonrisa, por cada abrazo, por cada te quiero y por todos esos momento tan mágicos que me regalas día a día. Espero estar haciéndolo bien o por lo menos espero estar haciendo lo mejor para ti.

 

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Comentarios: 2
  • #1

    Susana (lunes, 06 marzo 2017 12:43)

    Conozco a R. y su historia. Y a pesar de ello me vuelvo a emocionar al leer su historia. Dice al final que espera estar haciéndolo bien, pues yo le digo que mejor es imposible! Es una madre como la copa de un pino! Yo la tengo en el TOP 3 de madres que admiro!!! :)

  • #2

    Angeles M.S. (martes, 07 marzo 2017 16:19)

    R. No la he tratado mucho, tan apenas la conozco, pero sé que es una gran MADRE. También sé que la madre y hermano de R. están muy orgullosos.
    Yo soy madre y abuela, daría mi vida por ellas. Nunca dejes de quererla.


Formación:

 

Nº de Colegiada CV-13970