La Zona de Confort

Seguro que todos hemos escuchado alguna vez la famosa frase que dice “Virgencita de mi vida que me quede como estoy”. Ni mejor ni peor, tal cuál estoy en este momento. ¿En serio pensáis que vivir en esa pasividad nos puede hacer más felices?

 

Yo, particularmente, soy de las que piensa que no. La vida está para exprimirla, para vivirla al 100%, intensamente, con sus cosas buenas y no tan buenas porque, hasta de esas, podemos sacar aprendizajes que, de otro modo, nos habría sido imposible. Que nuestro paso por la vida sea un camino fascinante, que al echar la vista atrás podamos decir: ¡HE VIVIDO Y SENTIDO TODO Y CON TOTAL PLENITUD!

 

Y tú, ¿prefieres estar para siempre en tu “zona de confort”?

Entablando amistad con nuestra Zona de Confort

En la línea de nuestra vida existen tres puntos fundamentales:

 

  • El pasado: con todo aquello que sucedió, lo que nos gustó e hizo felices y también todo aquello que no fue así. Junto con él, todas las enseñanzas de nuestro entorno sobre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, lo que se debe y no hacer. En definitiva, todo aquello que nos ha ido construyendo tal y como somos en la actualidad.
  • El presente: aquí y ahora. Cómo somos, qué sentimos, qué deseamos, nuestro modo de vivir y forma de comportarnos.
  • El futuro: todo aquello que aún está por venir y que depende mucho más de nosotros de lo que, a veces, somos conscientes. El futuro es un misterio y existen cantidad de personas que no dedican ni siquiera un momento a plantearse qué esperan de dicho futuro o que desearían conseguir en él. Nuestro futuro no es fruto de la casualidad y las buenas o malas jugadas del destino. Nuestro futuro empieza a labrarse con las decisiones que tomamos hoy.

 

El término “Zona de Confort” hace referencia a una burbuja imaginaria que nos sirve de abrigo, dentro de la cual nos encontramos seguros, tranquilos y de la que nos cuesta mucho salir. La zona de confort está formada por todas aquellas cosas que conoces, todo aquello que te es familiar y dominas a la perfección (sean o no agradables), lo que te han enseñado desde pequeño.

 

La zona de confort es un estado de nuestra mente en el que no existe la posibilidad de crecimiento personal, esa zona donde no se toman riesgos, donde ni siquiera se valoran caminos alternativos y desde donde vivimos con una especie de “piloto automático”.

 

Probablemente estés cómodo en tu zona de confort, quizás pienses que es el mejor sitio donde uno puede quedarse a ver la vida pasar. Al abrigo de la zona de confort. Así es mi vida, resignación, apatía, “esto es lo que hay”, no puedo hacer nada por cambiarlo. Todos estos sentimientos acabarán por convertir tu día a día en un camino gris, tu presente acabará siendo un sin fin de días idénticos en los que no tengas nada nuevo que contar y tu futuro tampoco dejará demasiado espacio a la novedad.

 

Es probable, incluso, que tengas ilusiones y sueños que no te plantees alcanzar por miedo a salir de dicha zona de confort, miedo al cambio, a despegar, al ¿y…si…? ¿Miedo? Precisamente es ese quien no ha llevado nunca a nadie a ningún sitio.

 

Todos contamos con una zona de aprendizaje desde donde podemos permitirnos el experimentar nuevas cosas para poder decidir si queremos que formen parte de nosotros o no.

Sal ahí fuera y... ¡olvida tu Zona de Confort!

Permítete soñar, ¿por qué no? Si no tienes sueños nunca saldrás de tu zona de confort y nunca te permitirás hacer todo aquello que sea necesario para hacerlos realidad.

 

En tu vida, cada logro pero, también cada fracaso, va a depender de lo que tu creas. Si, de lo que tu creas porque CREER te lleva inevitablemente a CREAR. ¿Te has parado a pensar alguna vez qué es lo que verdaderamente te gustaría crear en tu camino? Es un buen momento para empezar a hacerlo.

 

Fuera de tu zona de confort existe una zona mágica desde donde pueden ocurrir muchas cosas maravillosas que enriquezcan tu vida, tu experiencia, tus emociones y tus sentimientos. El permitirnos experimentar en nuevas zonas va a hacernos lograr tener una zona de confort aun más grande. Seremos exploradores y conocedores de mucho más territorio y tendremos más herramientas que nos permitan seguir creciendo y conquistando nuevas zonas. Lanzarte a vivir nuevos retos amplía nuestra gama de recursos cara a ese “futuro incierto” y nos permitirá responder más rápido y de forma más efectiva ante los contratiempos que puedan surgir.

6 beneficios de salir de la Zona de Confort

  1. Te convertirás en alguien más fuerte e independiente. Alguien capaz de atreverse a hacer cosas nuevas. Capaz de elegir qué quiere y cómo lo quiere. Alguien con sueños, ambiciones, alguien valiente.
  2. Ampliarás tu capacidad creativa.
  3. Conocerás a gente fascinante en el camino, gente tan valiente y creativo como tu.
  4. Ganarás autoconfianza. Tanto si tu apuesta sale bien, como si sale mal, aprenderás que es algo que tú eres capaz de superar. 
  5. Obtendrás un mayor desarrollo personal. Te enriquecerás de valiosos aprendizajes.   
  6. Serás una persona con sueños que se convierten en realidad, metas conseguidas y nuevos proyectos que siempre acaban viendo la luz.

 

Olaya Martínez

Psicóloga en Valencia

 

 

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Nº de Colegiada CV-13970