Los papás de hoy

Tenía muy claro de que quería hablaros, la evolución de la paternidad en las últimas décadas, pero no sabía muy bien como titular mi post de hoy.

 

Finalmente, me he decantado por “Los papás de hoy” porque creo que expresa de manera bastante clara la idea de que en la actualidad, el papel de los hombres en los cuidados y crianza de los hijos, afortunadamente, ha evolucionado mucho y a mejor.

 

Por mi trabajo como psicóloga especialista en maternidad tengo la suerte de compartir experiencias de maternidad, pero también, de paternidad con muchas parejas y me encanta observar como la consciencia y la implicación de los hombres actuales desde el comienzo de la gestación hasta el post-parto y la crianza ha aumentado muchísimo sobre todo en las últimas dos décadas.

La paternidad a lo largo de la historia

Son muchos los cambios que se han dado en nuestra cultura y nuestra sociedad que han ayudado a la evolución que hoy podemos observar en la forma de vivir y sentir la maternidad y/o paternidad. En las dos últimas décadas, especialmente, ha habido un gran cambio en los roles de hombres y mujeres de nuestra sociedad. La potenciación de la entrada de la mujer en el mundo laboral, el trabajo y progreso hacia la igualdad entre hombres y mujeres, la economía, el retraso en la maternidad y paternidad que favorece la creación de un proyecto de vida más elaborado y compartido, la crisis y el desempleo son algunos de los cambios más destacados.

 

No sólo los hombres han tomado más contacto e implicación con todo lo relacionado con el hogar, la familia y la crianza. También las mujeres hemos salido a la calle para demostrar que somos tan válidas para realizar otro tipo de trabajos (no sólo los domésticos) como lo son los hombres. Tanto una cosa como la otra se han alimentado mutuamente para tener, en la actualidad, parejas equilibradas a la hora de decidirse a tener hijos y a compartir las responsabilidades que ello conlleva.

 

El concepto, significado, rol y funciones de madre, padre y familia, en general, ha evolucionado a lo largo de la historia (y esperemos lo siga haciendo en esta dirección). Hasta hace relativamente pocos años, el padre ejercía una autoridad total no sólo sobre sus hijos, sino también, sobre su mujer. El hombre era el cabeza de familia, el que se encargaba de salir a trabajar y sostener la economía de la casa, además, de asegurarse de tener buena descendencia que heredara sus bienes y posesiones. El hombre era el respetado, hasta incluso, temido por todos en el hogar.

 

Del cuidado y crianza de los hijos y la casa, por descontado, se encargaba la mujer. El hombre no se preocupaba de nada relacionado con el proceso de embarazo y eran las mujeres de la familia las que estaban presentes durante el parto y postparto. Es a partir del siglo XX cuando empiezan a darse cambios, las mujeres comienzan a reivindicar sus derechos y libertades y comienzan a salir al mercado laboral, los hijos empiezan también a manifestar la necesidad de padres y necesariamente la familia debe reubicarse.

La paternidad más consciente y presente

Afortunadamente, hoy en día, disfrutamos de papás que se implican desde los primeros momentos de la gestación. De hecho, papás que esperan ansiosos e ilusionados el positivo del test de embarazo.

 

Ya no resulta extraño ni chocante ver papás en las salas de espera de los ginecólogos y matronas, ni mucho menos, ver papás en las sesiones de preparación al parto, papás que se preocupan y ocupan de todos los preparativos para la llegada del bebé, papás en quirófanos respirando, conteniendo y acompañando a sus mujeres en el trabajo de parto, papás cambiando pañales, preparando biberones y bañeras con la temperatura adecuada, papás amorosos e implicados que portean a sus bebés dejando de lado el carrito, en definitiva, papás de verdad. Ya era hora de poder decir algo así. 

 

Esta presencia, cercanía y participación activa crea un vínculo más que especial entre padres e hijos, vínculo que favorece muy positivamente a ambos ya que, ese niño o niña también es parte de él y él también tiene la capacidad y el deber de guiar, educar y amar incondicionalmente. Los papás también entienden de crianza con apego y también necesitan de esta nutrición del alma, así como los hijos necesitan, a su vez, estas figuras de referencia y de inspiración en su educación y crianza para un mayor bienestar y desarrollo físico, emocional y psicológico.

 

¡Vivan los padres del siglo XXI! Que los avances en este sentido no cesen. Queremos papás tan presentes, competentes, amorosos, maduros, capaces, felices y valientes como lo es mamá. 

 

“La mejor herencia de un padre para sus hijos es compartir el máximo tiempo y experiencias hoy”

 

Olaya Martínez

Psicóloga en Valencia

 

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Comentarios: 5
  • #1

    Cel_koala (miércoles, 05 abril 2017 11:12)

    Afortunadmente mi bebé tiene un padre así de entregado..como debe ser... Y verlos juntos es un regalo..no concibo otra forma de paternidad.. Lo de antes es injusto para todos..para el bebé, oara

  • #2

    Cel_koala (miércoles, 05 abril 2017 11:14)

    Continuo, es injusto para la madre y para el propio padre.
    De todos modos, aun hay muchos padres de los de antes..todavía hay que seguir evolucionando en esa direccion.

  • #3

    Olaya Psicología (miércoles, 05 abril 2017 11:22)

    Veros juntos formando la familia que formáis es un regalo y un ejemplo de lo que debe ser una familia actual. Confiamos en que la evolución siga en esta dirección. ¡¡Gracias, como siempre, por vuestras aportaciones!! :)

  • #4

    Concha Villarroya (miércoles, 05 abril 2017 11:43)

    Cierto lo que dices querida Olaya. Sin embargo quiero aportar mi experiencia ya que también veo a muchos padres que se sienten "obligados" a adoptar roles que no les nacen sino que les son exigidos porque, de alguna manera, la sociedad impulsa estos cambios. Me parece fenomenal que el padre se implique desde el primer momento siempre que sea él quien lo sienta.

    Por contrapartida a lo que pasaba hace años, hay hombres que están asumiendo roles cambiados pues, por propia Naturaleza, los bebés necesitan a sus madres que han sido quienes les han gestado y parido y en la mayoría de casos, amamantado. Son los hombres con complejo de útero...

    Si bien lo que comentas en la entrada significa un golpe de aire fresco, creo que cambiar los papeles no beneficia a las criaturas alejándolas de ese vínculo primal establecido con la madre desde el momento de la fecundación.

    El tema da para mucho, te asombrarías si te contara la de casos de padres que están "hartos" de la exigencias de sus parejas y de la misma sociedad por, precisamente lo que he dicho, asumir roles que no sienten.

    Tenemos pendiente un café... ¡tenemos mucho de qué hablar! Y continua escribiendo porque aquí tienes una seguidora incondicional.

  • #5

    Olaya Psicologia (miércoles, 05 abril 2017 11:49)

    Buenos días Concha, corazón. Como siempre, gracias por seguirme y tu comentario.

    Comprendo a lo que te refieres, no obstante, no hablo de cambiar los papeles, ni de padres que quieran asumir el rol de madres. Hablo de padres implicados, comprometidos y amorosos, comprometidos con lo que "ser padre" significa. En absoluto creo que puedan ocupar el lugar de una madre, así como, creo que no hablo de eso en el post. No es precisamente ese el mensaje que quiero dejar con mis palabras.
    Una madre es y siempre será una madre pero, un padre no es sólo una figura que ordena, manda, da collejas y trae el pan a casa. Un niño también necesita de su figura paterna con todo lo que ello implica.

    ¡¡Un abrazo!!


Formación:

 

Nº de Colegiada CV-13970