Conociendo a nuestro bebé

Comparto hoy con vosotros esta nueva entrada a mi blog, tratando de esta temática que durante la pasada  semana me ha llegado por varias fuentes diferentes y me parece interesante abordar.

 

Tras meses de embarazo y después de días y noches comunicándonos con nuestro bebé por medio de patadas, sonidos y nuestra imaginación. Llega el esperado momento, las primeras veces, el primer encuentro y el tú a tú.

 

Como si de una cita a ciegas se tratase, de repente te encuentras frente a alguien con el que has estado hablando durante un tiempo pero al que nunca habías visto en persona todavía. Sabes que te gusta, sabes que ya lo quieres, pero no tienes ni idea de cómo va a ser vuestra relación ahora que estáis cara a cara.

Mamá, Papá y Bebé: esos grandes desconocidos

En la era tecnológica en la que nos encontramos donde miles de “relaciones” se dan entre pantallas de ordenador y conexiones a internet, parece que es más sencillo explicar y entender lo que significa un primer encuentro frente a frente con el nuevo bebé que llega a la familia.

 

Como he comentado en líneas anteriores, a pesar de que ya existe la comunicación entre mamá, papá y bebé antes de que éste nazca, es un tipo de comunicación muy virtual y diferente a la que se dará tras el nacimiento del pequeño o pequeña. Es una comunicación vía chat, por hacer un símil con las nuevas tecnologías. Una comunicación en la que no estás viendo la cara del otro, ni sus verdaderas reacciones físicas, ni siquiera si “eso” que le comunicas le cae o no bien, es o no es de su agrado.

 

Tras el parto llega el primer contacto visual, los primeros olores, los primeros sonidos, las primeras expresiones de placer o displacer y con todo ello, los primeros problemas de comunicación.

 

Este nuevo miembro en la familia es un gran desconocido, así como, para él o ella también los sois vosotros. Y no nos olvidemos de algo fundamental, para el bebé, todo es absolutamente desconocido. Las sensaciones físicas: frío, calor, hambre, sueño, sed, fuertes ruidos, cansancio, dolores, entre otras. Y también las sensaciones emocionales: estrés, miedo, inseguridad, felicidad, tristeza, etc.

 

Son muchos los comentarios acerca de sus bebés, de papás y mamás que me causan curiosidad y me sorprenden. Os pongo algunos de los ejemplos que más escucho, por lo general:

 

“Es muy list@, nos está tomando el pelo”

“Nos pone a prueba constantemente. Juega con nuestra paciencia”

“Llora porque quiere estar en brazos y se va a mal-acostumbrar"

 

Mamás, papá, os invito a que hagamos también un ejercicio de consciencia con este tipo de verbalizaciones. Un bebé, por el hecho de ser pequeño no tiene por qué ser tonto. Efectivamente que es muy listo, efectivamente que sabe lo que quiere y así, sin más, os lo hace saber de la única forma que puede… llorando, gritando, berreando.

 

No os toma el pelo, siendo listo, sencillamente os comunica y os hace saber qué es lo que necesita en un determinado momento. Si tiene hambre, llora. Si tiene sueño y por lo que sea no puede dormir, llora. Si le duele la tripita, llora. Si tiene miedo, llora. Si necesita un abrazo, llora. Si necesita el cobijo de los brazos de mamá, llora. Aprende a mirar ese llanto desde el amor y la comprensión. Aprende a ver en los gestos de tu bebé, en su cara, en su llanto, ¿qué está queriendo decirte de la única forma que sabe hacerlo?

 

¿Qué pasaría si a ti no te hubiesen abrazado, escuchado o protegido cuando eras un niño que tenía miedo a la oscuridad? ¿O cuando tenías pesadillas? ¿o cuando te encontrabas enfermo? Probablemente tu valoración del mundo sería muy negativa. Seguramente tu imagen de la vida sería la de un lugar inseguro, un lugar donde pasan cosas malas, un sitio donde uno está solo y no puede contar con nadie.

 

Es durante nuestros primeros años cuándo creamos nuestros esquemas del mundo. En estos primeros momentos aprendemos qué podemos o no esperar de la vida y del resto de personas que nos rodean.

Ayudemos a nuestros bebés a creer que el mundo es un lugar seguro dónde nuestras necesidades estarán cubiertas con amor, con atenciones y con muchas dosis de comprensión. Hagamos este bonito ejercicio y estaremos regalando tranquilidad, bienestar y seguridad a nuestros bebés.

 

Olaya Martínez

Psicóloga en Valencia

 

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Nº de Colegiada CV-13970