Hace algunos días un grupo de estudiantes Holandesas contactó conmigo para realizarme una entrevista que les ayudara en el proyecto de su trabajo de final de carrera. La temática del trabajo era la mujer embarazada y vulnerable.
Ante una propuesta de tema tan interesante y de tan necesario estudio, investigación y abordaje, no pude negarme a colaborar y ello me ha instado a compartir con vosotros mis reflexiones al respecto.
Adelanto que una de las cosas que más les sorprendió de mi trabajo es que no habían encontrado a nadie que trabajase lo que yo en consulta. Es decir, que tratase a nivel psicológico y emocional con mujeres embarazadas.
¿No os parece curioso? A mí sabiendo todo lo que sé actualmente, me lo parece y mucho.
Mujer y Embarazo
Probablemente el embarazo sea uno de los procesos y acontecimientos más potentes en la vida de toda mujer. Es alucinante lo que es capaz de realizar nuestro cuerpo, parece increíble como todo encaja a la perfección, como un puzle inmejorable, para crear una nueva vida de forma tan mágica. Aún me sorprende el observar cómo se modifican nuestras estructuras internas y externas, cómo se mueven nuestros huesos, nuestras vísceras, cómo nuestro cuerpo hace espacio para dejar crecer cómodamente al nuevo ser que, sin duda, será carne de nuestra carne.
Hoy me gustaría darle potencia a algunas cuestiones que me parecen importantes y que nos pasan de largo en multitud de ocasiones. Haré hincapié en las tres que me resultan más interesantes de la entrevista realizada.
Cualquier mujer embarazada es vulnerable.
Las estudiantes Holandesas trataban el tema de las mujeres vulnerables durante el embarazo y precisamente esta es la primera premisa que les mencioné. Al igual que nuestro cuerpo se modifica para dar cabida al nuevo bebé, nuestra mente también sufre cambios y muy profundos a los cuales, además, no solemos prestar atención. Es por ello, que más mujeres de las que pensamos padecen embarazos desagradables y post-partos muy duros sin saber explicarse muy bien el porqué. Evidentemente, hay mujeres que forman parte de ciertos sectores de la sociedad que pueden aunar más factores de vulnerabilidad que otras, pero cualquier mujer, sin excepción, es potencialmente vulnerable. Deberíamos conocer y estudiar su historial vital para dar con los dichos factores y trabajar para evitar que puedan activar pensamientos y sentimientos negativos.
La mujer es la protagonista, junto con el bebé, de su embarazo, parto y su post-parto.
La mujer embarazada y sólo ella, tiene derecho a decidir qué hacer y cómo hacerlo, dado que ella es la principal protagonista de esta historia. Por desgracia, en más ocasiones de las que nos gustaría a profesionales, como yo, que nos dedicamos a velar por el bienestar emocional de nuestras pacientes, esto no ocurre y son terceros los que se otorgan el poder de decisión. Este hecho resulta un fuerte, frustrante y desagradable golpe para las emociones y sentimientos de la mujer embarazada que se ve relegada a una posición que no le corresponde.
Debería existir mayor acompañamiento emocional para mujeres embarazadas.
No sé si es por desconocimiento o por inconsciencia, pero lo cierto es que no se conocen demasiados profesionales que se dediquen al cuidado, acompañamiento y contención emocional de las mujeres embarazadas. No es necesario que ocurra nada en particular para que una mujer embarazada acuda al psicólogo, el propio proceso es suficientemente importante como para que se despierten miedos y dudas tan grandes que puedan hacer tambalear a cualquiera, por bien que se encuentre aparentemente.
Una de las preguntas que me realizaron es qué hacía yo para que la gente se enterase de este tipo de cosas tan importantes e interesantes y, bueno… por el momento, escribir este humilde blog y esperar que el amor que siento por el cuidado del bienestar de la salud mental de las futuras mamás llegue cada día un poco más lejos. Por ellas y por los bebés que vienen en camino y que empiezan a grabar en su interior, memorias que llevarán consigo toda su vida.
Olaya Martínez
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