La importancia de "dejar ir..."

Cuánto miedo nos provoca todo aquello desconocido. Sentimos verdadero vértigo ante situaciones nuevas, cambios abruptos y/o la presencia de nuevos escenarios en nuestra vida.

 

Nos atemoriza perder, nos angustian las despedidas (más aún si son definitivas), con el adiós sentimos caer en un profundo y oscuro agujero del que nos resulta casi imposible creer que algún día podremos salir.

 

Fijándonos en este desgarrador presente, se nos hace muy complicado imaginar que el futuro tenga mejor pronóstico, pero… ¿no podemos intentar imaginar que estas despedidas y nuevas miras nos abren infinitud de oportunidades de ser felices de nuevo? Abre los ojos y no cierres la mente.

Despedidas que abren nuevos caminos

El dejar marcharse algo, o alguien, dejar ir una situación o a una persona determinada, nos abre la puerta a una nueva vida, a algo desconocido y fascinante y nos muestra, que aquello de lo que nos despedimos formará parte para siempre de nuestra historia y que, aunque alguna vez lo creímos, no será nuestro destino.

A nadie nos gusta tener que decir adiós, es doloroso. Pero hay algo de lo que sí estoy segura, aunque duela, cuando se dice adiós es liberador. Soltamos algo o alguien que estaba forzándonos a parar nuestra vida. Esta situación estaba bloqueando el fluir de las cosas. Aunque duela, es necesario armarse de valor y tomar la decisión. El dolor pasará, pero el sufrimiento de mantener algo que no nos es beneficioso puede ser eterno. Aunque en un principio pueda parecerte imposible, dejando ir, caminas hacia la paz y la tranquilidad.

 

Aprovecha esta nueva oportunidad de conocerte, de recuperar partes de ti que se quedaron en el camino, en incluso, aprovecha este momento y ¡REINVÉNTATE!

Por más que te empeñes en retener algo, piensa esto: es imposible retener lo que ya no está, aquello que no es para ti has de dejarlo ir, mucho más, si es eso mismo lo que desea marchar. No te aferres a algo que quiere alejarse porque sólo conseguirás faltarte al respeto. Es una cuestión de amor, de amor hacia ti mismo.

 

No centres tus pensamientos en aquello que pierdes, mucho menos si esos pensamientos se fundamentan en algo que algún día, hace demasiado tiempo existió, tal y como dejó de existir. No viajes en el tiempo, vive en el presente y no pierdas la objetividad. Lo que fue, hoy ya no es ni existe y lo que será no lo sabes. Tampoco inventes un futuro catastrófico porque de lo que sí estoy segura es de que existen millones de experiencias que te van a hacer feliz. Hoy no puedes verlas, pero ello no significa que no existan. Están ahí, esperando que sanes tu dolor para aparecer triunfantes ante ti.

 

¿Sabes? Me gusta jugar con las posibilidades. Me gusta imaginar todo lo que anda por ahí aguardando que me encuentre preparada para encontrármelo. Me gusta dejar a la vida sorprenderme porque con el tiempo me doy cuenta que, creyendo que sé lo que quiero o lo que me conviene… me equivoco una y otra vez.

Así que hoy juego a dejarme sorprender y si me proyecto en un futuro, me proyecto en miles de cosas que me hagan reír a carcajadas, me proyecto ante incontables experiencias que me hagan cada día más rica en todos los sentidos y después… espero con ilusión a que la vida me siga dando motivos para sonreír sin parar.

 

La vida es un juego, chicos y chicas, así que hoy…

 

¡SOÑAD!

¡SONREÍD!

Y ¡JUGAD A SER MUY FELICES!

 

Olaya Martínez Gil

Psicóloga en Valencia

 

Escribir comentario

Comentarios: 1
  • #1

    María P. Ortiz (viernes, 19 enero 2024 10:17)

    Buenos días, he llegado a este artículo por deseos del destino en un momento en el que estoy soltando y dejando ir muchas cosas de mi vida. Muchas gracias sus palabras han sido un consuelo y me dan fuerza para seguir adelante y soltar esos apegos que me tenían atada.
    Un saludo y muchas gracias.


Formación:

 

Nº de Colegiada CV-13970