Felicidad en 9 pasos

Yo soy de las fervientes creyentes de que la felicidad es algo que se construye cada día. Con ilusión, con consciencia, constancia, con alegría, con voluntad, con actitud.

Existen momentos en la vida, instantes incluso a diario, que pueden hacerte feliz, pero esa felicidad es fugaz. La felicidad profunda, la que no es esfuma tras la emoción momentánea de una buena noticia o una celebración, esa se trabaja y se construye cada día. Así, es como alguien podría definirse como una persona feliz… o no.

También habrá quien pueda decirme que hay personas que tienen las cosas más fáciles para ser feliz y me respuesta volverá a ser la misma. La felicidad no llega de fuera hacia adentro (esa sería la felicidad fugaz de la que hablaba antes), la felicidad; la que nos gusta de verdad, la que nos hace definir nuestra vida como una vida FELIZ, es una cuestión de trabajo personal, de entrenamiento y de crecimiento constante.

Hemos de reconocer que el cerebro siente un tremendo placer cuando recibe recompensas del exterior; tanto materiales como sociales, pero es nuestra responsabilidad entrenar nuestros pensamientos, nuestras actitudes y nuestras acciones para que nos acerquen a nuestra deseada felicidad.

Todo en nuestro cerebro puede entrenarse, todos tenemos la capacidad de cambiar y ello es gracias a la plasticidad de nuestro cerebro y a su ejercicio constante de creación de nuevas conexiones neuronales. Deshacer conexiones que ya se establecieron resulta complicado, por eso hay terapias psicológicas que han de alargarse en el tiempo para ser efectivas. El éxito no es deshacer esas conexiones, sino crear unas nuevas y más potentes y mejoradas para que puedan vencer a las anteriores que nos limitaban. Para que nos acerquen más al bienestar, a la plenitud y a la felicidad.

Felicidad no es que nunca surjan contratiempos, felicidad es saberlos afrontar saludablemente. Felicidad no es vivir en una burbuja de sonrisas y alegría, felicidad es vivir situaciones estresantes que a mí no me estresen porque sé gestionarlas exitosamente. Felicidad no es que todo en mi vida es bueno, en la vida siempre ocurren ciertas cosas que nos dan un vuelco, felicidad es saberlas integrar conscientemente y ver en ellas la oportunidad para subir un nuevo escalón.

¡Claro que en la vida hay días malos! ¡Claro que existen cosas que nos hacen estar tristes! ¡Claro que hay días que solo te apetece quejarte y pensar en lo desafortunado que eres! Estamos vivos y en la vida pasan cosas.

En la vida existe un gran abanico de emociones, de sentimientos. Felicidad es saber digerir todas ellas en el momento indicado y no alargarlas en el tiempo, no convertirlas en drama y que ello no te limite la vida.

Es por ello que hoy comparto los 9 pasos que funcionan en mi vida día a día para saborearla felizmente.

Para mi es la primera, porque además forma parte de la propia palabra. De hecho, siempre me gusta repetir: Felicidad empieza con Fe.

Tener fe en que la vida te brinda siempre nuevas oportunidades. Tener fe en ti para sobrellevar todo aquello que acontezca. Tener fe en que la gente que te rodea es una red perfecta de contención y que siempre vas a tener una mano que agarrar y unos brazos que abrazar.

Fe en que existe lo bueno y existe lo mejor, aunque a veces las cosas se pongan un poco oscuras. Intentemos siempre encender nuestra luz para ver con claridad qué podemos aprender de la situación, pasar a través y crecer para no tener que volver a experimentarlo (al menos no del mismo modo).

Que todo aquello que hagas, de alguna manera te toque el corazón.

Ponle emoción a cada uno de tus días. Ponle emoción a tus proyectos, a tus relaciones, a tu trabajo, a tu familia. ¿Sabes? Hoy solo va a existir una vez y cuando se vaya no va a regresar para darte otra oportunidad de emocionarte.

¡Hazlo hoy! Cada día cuenta.

Estamos en constante cambio y renovación. Si miras atrás, distas mucho de ser la misma persona que eras hace 1, 2 o 3 años. Igual que cambia nuestro pelo, nuestra piel y el tamaño de nuestra ropa, cambia nuestro interior y todo aquello que nos acerca más a ser personas felices.

Actualmente, a mí ya no me vienen bien las mismas cosas que lo hacían hace 3 años. Por tanto, hago limpieza física y emocional. Me relaciono con las personas que me vienen bien, como lo que mejor me sienta en este momento y visto como me veo mejor.

¡Limpia! En un espacio limpio las cosas fluyen mejor.

La ilusión va de la mano de la emoción. En este sentido me gusta tomar contacto con la parte niña que habita en mí.

Los niños son unos fabulosos maestros de la ilusión y nos demuestran que es tan fácil de conquistar. Tomar contacto con ella habitualmente nos acerca más y más a la felicidad.

La consciencia es un ejercicio de estar atento constantemente a uno mismo, a lo que uno es, a lo que uno quiere, siente, desea, rechaza, etc. Ejercicio que, por tanto, nos permitirá trabajar siempre a favor nuestro.

La oportunidad de estar en profundo contacto con nuestro ser, será la de poder ir cambiando todo aquello que no nos acerque a la felicidad y potenciar todo aquello que la mantiene.

Para mí ser impecables significa ser siempre la mejor versión de uno mismo y estar constantemente en revisión.

Tener para ofrecerme y ofrecer al otro siempre lo que me gustaría recibir. Si pudiera verme desde fuera, poder decir: esa persona es perfecta en su imperfección.

Es alguien que se esfuerza por darse cuenta y aprender de sus errores y subsanarlos, es alguien que se equivoca y pide perdón, es alguien que mejora cada día, que tiene una capacidad ilimitada de aprender e integrar cosas nuevas.

Impecable es alguien que se trata a sí mismo y al prójimo con respeto absoluto y amor.

¿Cómo no iba a estar la diversión entre los fundamentales para la felicidad?

Aquel que no se divierta en su vida, nunca será feliz. Así que, sal y ¡diviértete!

Diviértete viajando, saliendo con amigos, en el trabajo, en los estudios, diviértete en pareja y estando solo. Uno puede divertirse con infinidad de cosas. Lo importante es saber qué cosas son las que te divierten a ti y meterlas en el calendario de “indispensables para trabajar mi felicidad. Indispensables para mi vida”

Con la A encuentro un montón de fundamentales, pero me gustaría destacar ante todo estas dos. 

Intentaba destacar una y es por ello que he puesto el amor en primer lugar, pero ambas son imprescindibles aliadas de la felicidad.

El amor por sobre todas las cosas, el amor a uno mismo y a los demás. Tratarse y tratar con amor a lo y los que nos rodean es fundamental para tener un corazón grande y feliz.

Somos seres sociales y por ello también obtenemos grandes dosis de placer en nuestro cerebro cuando nos relacionamos con iguales, por tanto, no podemos dejar de lado la amistad. Tener amigos que compartan contigo aquello que te alegra o entristece hará el camino mucho más rico e interesante. Así que, dedícate a invertir tiempo en cosechar amistades profundas y amorosas.

Sí, dedicación y constancia son dos palabras clave para conseguir el éxito en cualquiera de las facetas de tu vida y, como no, en el camino de la felicidad.

Dedicación requieren los 8 pasos descritos anteriormente y es por eso que la guardaba como requisito final.

Dedicación está definida por la RAE como: Atención y esfuerzo que una persona dedica a una actividad.

Las mejores obras requieren de gran dedicación. Y tú a partir de ahora… ¿A qué te vas a dedicar?

Olaya Martínez Gil

Psicóloga en Valencia