RESET

¿Con cuántos momentos reales cuentas a lo largo de todo un año para parar y estar contigo mismo?

¿Cuánto tiempo dedicas a la introspección? ¿A tus pensamientos? ¿A tus inquietudes?

 

Vivimos en el mundo de los "para ayer", todo va tan deprisa, a un ritmo tan frenético que nos pasan los días casi sin darnos cuenta.

 

El Coronavirus también nos está trayendo la oportunidad de muchas cosas. Y creo que lo más importante de todo es que seamos capaces de pararnos y verlas. El mundo grita, el universo conspira y... ¿nosotros? podemos quedarnos en casa lamentándonos y pensando en nuestra mala suerte, o bien, podemos construir algo mejor de esta oportunidad disfrazada de crisis.

Párate y aprovecha la oportunidad

Haz de tu casa tu universo.

Seguro que en la frenética marcha del día a día en este mundo loco en el que vivimos, echas mucho de menos el estar en tu sofá, ver tu serie favorita, disfrutar de una película con tu pareja, leer un nuevo libro, ojear una revista, dormir, conversar, o sencillamente, estar en el más puro silencio.

¿Podrías estar haciendo cualquiera de esas cosas un miércoles 18 de marzo a las 12 del mediodía? No... ¡Hoy puedes! ¿Por qué no?

 

En estos días de reflexión me doy cuenta de muchas cosas:

  • Los momentos de crisis sacan lo peor de la humanidad, el egoísmo y la falta de empatía se hacen palpables en escenas de supermercado que parecen sacadas de una película de Almodóvar, pero quiero pensar que no son ell@s... es el miedo apoderándose. Aunque lo que en verdad me gustaría, es destacar todo lo contrario. Los momentos de crisis sacan a la luz el amor que reside en tantas y tantas personas. Gestos preciosos como aplaudir a las 20 horas agradeciendo a todo aquel profesional que trabaja duro para combatir la enfermedad, los improvisados Dj´s que ponen alegría a nuestras mañanas y/o tardes de balcón, los mensajes en ascensores indicando que hay personas dispuestas a hacer la compra o echar una mano a aquellos que lo puedan necesitar, pequeños empresarios haciendo esfuerzos para no tener que despedir a sus empleados, y un largo etcétera.
  • Una vez más, observo como un momento de crisis es en realidad, una bendición disfrazada. Personalmente soy de las que "no tiene tiempo para nada". ¡Qué equivocadamente vivía todavía! A pesar de haber mejorado considerablemente la organización de mi tiempo con respecto otros años, aún me lo montaba mal. Mucho tiempo dedicado a los demás y poco dedicado a mí misma, a mi gente, a las cosas que me hacen feliz. Hoy echo de menos algunos abrazos y, ... ¡Cuánto lo agradezco! Que esta oportunidad sirva para no echar de menos nunca más y actuar cuando existe la posibilidad. 
  • A veces lo que creemos que es mejor para nosotros, en realidad, no nos conviene. Todavía no. Si... una vez más observo esta afirmación y la reitero. Puedo creer en un momento determinado que lo mejor para mí es tal cosa, o tal otra... Pero la vida sabe más y ella, siempre va a llevarme por el camino adecuado, lo entienda yo o no. Eso no es lo importante. Solo párate, respira, sonríe y confía.
  • Es el momento de sacar a pasear la calma. Esa es la verdadera fortaleza. Mantener la paz a pesar del ruido del exterior. Saber que esto también pasará y que puede dejar mensajes grabados bien profundo, mensajes que sirvan para vivir mejor y hacer las cosas de un modo más saludable para nosotros y para este mundo que pide a gritos precisamente esto... ¡Parad!
  • Mientras parece que nosotros nos quedamos sin respiración... nuestro mundo respira más profundamente que en mucho tiempo. ¿No creéis que es un mensaje claro? Si el mundo no respira, nosotros sí dejaremos de hacerlo. A la par que paramos nuestros coches, el exceso de producción (si, exceso porque así somos nosotros...no nos van las medias tintas), a la vez que los trenes, aviones y autobuses disminuyen...también lo hace la contaminación y el llanto de la tierra que clama compasión. 

Podría seguir con algunas líneas más, pero os invito a que saquéis vuestras propias conclusiones. Creo que la vida nos da la oportunidad de recalcular el trayecto y hacerlo de forma más saludable. No os enfadéis, no deis volumen al miedo, intentad verle la oportunidad a este "confinamiento".

Sé que la incertidumbre y el qué pasará no nos gusta, que nos abruma y nos pone al límite pero, ¿qué es la vida sino todo eso? Esta experiencia también es una bonita manera de ver que no podemos controlar nada en la vida y que lo único que podemos hacer es jugarla y pasarlo lo mejor posible porque todo puede cambiar en un instante.

 

Es momento de conexión, de responsabilidad y de jugar en equipo. No es tan complicado, solo estar en casa. Tus acciones marcan el futuro del mundo, eres una pieza fundamental. Así que, date valor y haz tu trabajo.

¿Cómo afrontar la ansiedad por Coronavirus?

La ansiedad por coronavirus ya es un hecho. Algo, que se propaga casi a más velocidad que la propia enfermedad.

Una situación de miedo sostenido, de estrés y ansiedad es el peor enemigo de nuestro sistema inmunitario. No es interesante ponernos enfermos de cualquier otra cosa por no trabajar saludablemente con nuestros miedos, ¿verdad?

 

Vamos a intentar dejar reposar a nuestra amígdala y poner a trabajar nuestra corteza pre-frontal, esa que ha de tener el control de lo que hacemos y de las decisiones que tomamos, de forma centrada.

 

4 maneras de mantener la calma

 

Razona

Es cierto que en muchos momentos puede venir la avalancha por el miedo. Frena, mantén un diálogo saludable contigo mismo. Tienes capacidad de gestionarlo, úsala. 

El miedo tiene una función adaptativa: protegernos y salvarnos del peligro. Muy bien. Si tengo miedo de contagiarme, lo único que tengo que hacer es quedarme en casa. Si tengo miedo de que algo malo les pase a mis seres queridos, he de ser capaz de bien-aconsejar y acompañarlos desde la distancia para que uno a uno hagamos lo que tenemos que hacer. 

Estando en casa y respetando las normas, todo va a salir bien.

 

Elimina el exceso de información o desinformación

No es necesario pasarnos el día entero mirando y leyendo noticias acerca del coronavirus. Si quieres estar informado, basta con tener los datos un par de veces al día y siempre desde fuentes fiables. Hay mucha desinformación y mucha de nuestra ansiedad viene generada por las noticias falsas que corren como la espuma.

Desconectar es desconectar. No te pases el día enganchado al virus.

 

Márcate objetivos diarios

Está demostrado que tener rutinas es beneficioso para la salud y ayuda a tener nuestra mente en calma. Márcate algunas que seguir como patrón diario, pero también ponte algunos objetivos que sean diarios. Por ejemplo, hoy voy a escribir en mi blog. Mañana avanzaré con esos apuntes que aún tengo a medias. El viernes voy a terminar el libro que tengo 3 meses en la mesita de noche.

Cada quien sabe qué cosas son objetivos saludables que puede ir cumpliendo día a día.

 

Compartir es vivir

Si en un momento determinado sientes que el miedo va a apoderarse, compártelo con alguien más. Haz una llamada de teléfono, háblalo con tu pareja o con alguien de la familia. Más vale fuera que dentro y seguro que encuentras en el de en frente una palabra de alivio.

 

Esto son solo unos días que en un corto espacio de tiempo habrán pasado. Trabajemos porque hayan merecido la pena y por construir algo mejor de todo esto.

 

Olaya Martínez Gil

Psicóloga en Valencia

 


Formación:

 

Nº de Colegiada CV-13970