
La maternidad es una experiencia transformadora. Desde el momento en que ves ese primer positivo, escuchas el primer latido, sostienes a tu bebé por primera vez… Algo cambia profundamente en ti. Es un viaje lleno de amor, felicidad y muchos retos. Para muchas mujeres, la maternidad también es un momento de inflexión en su identidad personal. Quizá te has preguntado: "¿Quién soy ahora?" o "¿Dónde quedo yo en medio de todo esto?" Si estas preguntas resuenan contigo, no estás sola. Experimentar una crisis de identidad tras la maternidad es más común de lo que podría parecer.
En este artículo, exploraremos por qué ocurre esta crisis, cómo reconocer sus signos y, lo más importante, cómo puedes redescubrir y reconstruir tu "yo" en esta nueva etapa de la vida.
El impacto de la maternidad en la identidad
La maternidad no solo trae consigo un cambio en tus responsabilidades, sino también en la forma en que te percibes a ti misma. De repente, pasas de ser una mujer con tus propios sueños, metas e intereses a ser la principal cuidadora de un pequeño ser que depende de ti completamente. Este cambio puede generar una sensación de pérdida: pérdida de libertad, de tiempo para ti misma y, en muchos casos, de una identidad clara.
La sociedad también juega un papel importante. Muchas mujeres sienten la presión de ser "la madre perfecta" mientras intentan equilibrar las demandas del trabajo, la pareja, los amigos, la casa... En este proceso, es fácil dejar de lado tus propias necesidades y deseos.
¿Cómo se manifiestan estas crisis de identidad?
- Te sientes desconectada de quien eras antes de ser madre. Quizá ya no disfrutas de actividades que antes te apasionaban o no tienes tiempo para ellas.
- Tienes problemas para definirte más allá de tu rol de madre. Puede que sientas que "mamá de..." es ahora tu única etiqueta.
- Sientes culpa por querer tiempo para ti misma.
- Experimentas una sensación de vacío o insatisfacción. Aunque amas a tu bebé, puedes sentir que algo falta en tu vida.
Los motivos por los que esta crisis suele ocurrir son multifactoriales y suelen tener unas raíces muy profundas. Algunos de ellos son: La revolución hormonal y emocional que sufre tu cuerpo desde el embarazo hasta meses después del postparto, la perdida del tiempo personal dado que ahora tu centro lo ocupa esa personita, la falta de apoyo que sufren muchas mujeres por no tener una red solida a su alrededor…
Redescubriendo tu "yo"
Si estás pasando por esta crisis de identidad, estoy aquí para acompañarte, no estás sola y quiero darte algunos tips para que pongas en práctica para volver a redescubrirte:
- Date permiso para priorizarte. Es fácil caer en la trampa de pensar que cuidar de ti misma es egoísta, pero la realidad es que una madre feliz y realizada es una mejor madre. Encuentra momentos, aunque sean pequeños, para hacer algo por y para ti que te haga feliz y con lo que disfrutes.
- Reconecta con tus pasiones. Piensa en lo que solías amar antes de ser madre. Quizás te encantaba pintar, bailar, cantar, hacer deporte... Busca formas de reintroducir esas pasiones en tu vida de nuevo.
- Habla de tus sentimientos. Compartir todo lo que estás experimentando en tu nueva etapa con personas de confianza puede llegar a ser liberador. Ya sea tu pareja, tus amigas, un familiar... Hablar te ayudará a procesar tus emociones y a sentirte menos sola.
- Redefine tu identidad. La maternidad no elimina quien eras antes; simplemente añade una nueva capa a tu identidad. Reflexiona sobre como tus experiencias pasadas y tu nuevo rol pueden coexistir y enriquecer tu vida.
- Busca apoyo profesional si lo necesitas. Si sientes que esta situación está afectando a tu bienestar emocional, considera buscar ayuda de un psicólogo o terapeuta. Un profesional puede ayudarte a encontrar herramientas para navegar con mayor facilidad por toda esta revolución.
Una de las claves para poder superar esta crisis es cambiar el concepto que tienes sobre ti misma y sobre la maternidad. La sociedad tiende a ensalzar la idea de madre sacrificada, pero es fundamental recordar que cuidar de ti misma no te hace menos, ni peor madre... Sino una madre mucho más fuerte y equilibrada.
Es muy importante normalizar la conversación sobre las dificultades de la maternidad. Hablar abiertamente sobre los retos y las emociones que se enfrentan, puede ayudar a otras madres a que se sientan más comprendidas y menos aisladas.
Un camino hacia el equilibrio
La maternidad es un viaje lleno de altibajos, y encontrar el equilibrio puede ser un desafío. Sin embargo, con paciencia, autocomprensión y apoyo, es posible redescubrirte y reconstruir una identidad que integre todas las facetas de quien eres. Recuerda que no estás sola en este camino y que buscar ayuda no es una señal de debilidad, sino de fortaleza.
Tú también importas. Redescubrir tu "yo" tras la maternidad es un regalo no solo para ti misma, sino también para tu familia. Una madre que se siente plena y conectada consigo misma tiene una capacidad infinita para ofrecer amor.
Así que, si estás atravesando esta crisis, date el permiso de explorar, experimentar y reconectar. Porque tu "yo" sigue estando ahí, esperando ser redescubierto en esta nueva etapa de la vida.
Olaya Martínez Gil
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